No se trata de ganar una pelea contra un paciente o un familiar que se muestre agresivo, pero sí conocer técnicas que permitan, en un momento determinado, aplacar la ira, evitar que pueda coger un objeto cortante o zafarse cuando se llega al contacto físico. Los policías Simón Pedro Lucas Ramos y Arturo Santos Iglesias comenzaron ayer en el Colegio de Médicos de Zamora un curso para enseñar a los profesionales cómo prevenir las agresiones.

Lucas explicó que hay técnicas, como no mirar fijamente a los ojos o evitar gesticular con las manos, que pueden ayudar a que el paciente o familiar que abordan a un profesional en un estado de gran nerviosismo pasen a mayores. Hay que colocar la consulta de manera que, por ejemplo, no encuentren objetos cortantes (bisturí o tijeras) a mano y, en caso de estar en el camino entre una planta y otra es mejor ir en ascensor que usar las escaleras.

Hoy y mañana el curso entra en la fase práctica, con el fin de que los médicos interioricen movimientos que les pueden servir para zafarse si les cogen de las manos o del cuello con un sencillo movimiento.