El riego de los residuos del vertedero con lixiviados no se produce en el Centro de Tratamiento de Residuos de Zamora desde hace casi dos años, en concreto, desde junio de 2015, cuando la Asociación de Vecinos del barrio de Carrascal denunció la situación por presunta infracción de la normativa de prevención ambiental.

A pesar de que "entendíamos que estábamos cumpliendo la licencia ambiental, lo que hemos hecho desde entonces es evitar el riego para no ser reincidentes a expensas de que se aclare la situación", explica el presidente del Consorcio Provincial Regulador para la Gestión de Residuos Sólidos Urbanos de la provincia de Zamora, Aurelio Tomás Fernández. El diputado insiste en que todo el proceso de tratamiento de residuos que se realiza en el vertedero municipal "cumple con la ley y con la autorización medioambiental, por lo que no existe riesgo de contaminación". Tomás no solo defiende el riego puntual de los residuos con lixiviados sino que achaca a la ausencia de esta práctica algunos de los incendios producidos en la zona, sobre todo, en verano: "Uno de los posibles efectos de no haber humedecido la basura fue el incendio producido el año pasado, uno de los motivos por los que era aconsejable el riego", argumenta Aurelio Tomás.

Alegaciones

El diputado y presidente del consorcio avanza también que la empresa ha vuelto a recurrir, al igual que hizo al inicio del proceso. El caso, que quedó archivado en su momento, se reinicia ahora con el procedimiento sancionador incoado por la Junta de Castilla y León. El consorcio regulador está formado por la Diputación, quince mancomunidades, diez municipios no mancomunidades y los ayuntamientos de Zamora, Benavente y Toro.