El juez ha instado al Servicio de Sanidad de la Junta de Castilla y León para que realice un informe detallado de las causa que pudo provocar la salmonelosis que derivó en la intoxicación alimentaria de una veintena de ancianos de la residencia de Fermoselle Conchita Regojo el 22 de diciembre de 2016 y por la que murió una mujer de 96 años de edad.

Aunque Sanidad remitió un primer informe al Juzgado que instruye la causa abierta de oficio, el magistrado consideró demasiado sucinto el contenido, por lo que se ha solicitado que se indique si pudo haber algún alimento en mal estado que pudiera haber provocado la enfermedad infecciosa a los ancianos.

El documento será determinante para que se concluya si pudo haber algún tipo de irregularidad por parte de la actuación de la residencia, especialmente tras producirse la muerta de una anciana, en cuanto al estado de los alimentos o en la manipulación de los mismos. Las pesquisas tendrían que dirigirse a esclarecer si, de concluir que hubo tal irregularidad, pudo provocar la intoxicación de varios de su internos. En ese supuesto, se habría incurrido en una negligencia o en una imprudencia que tendría que ventilarse en el juzgado. Desde Cáritas, entidad que gestiona la residencia, cuando tuvo lugar la muerte de la anciana que esta tenía un cuadro médico con "muchas patologías".

La actuación judicial puede terminar con el archivo de la causa penal, en cuya investigación participa la Fiscalía Provincial, y concluir que solo existe una responsabilidad, civil o administrativa. En el primero de estos supuestos, los ancianos y la familia de la mujer muerta podrían exigir en el Juzgado las indemnizaciones correspondientes por los daños sufridos durante la enfermedad, que mantuvo a los infectados por la bacteria varios días ingresados en el Hospital Virgen de la Concha, donde acudieron de urgencia tras detectarse la indisposición.

De establecer el juez que puede haber una infracción administrativa por parte de la residencia, será la Junta de Castilla y León la que tenga que determinar qué sanción debe imponerse a la entidad de la que depende, a Cáritas, como responsable última del centro de la Tercera Edad.

El Servicio de Sanidad de la Junta llevó a cabo una inspección en la residencia al conocerse la infección de los internos, en la que recogió muestras de los alimentos que se les dio para consumir en las horas previas a que se detectara la intoxicación. Esas muestras fueron analizadas y Cáritas daba a conocer el resultado del estudio de las muestras de alimentos el día uno de enero pasado. Las residencias de ancianos están obligadas a guardar y conservar durante días porciones de los diferentes productos que sirven en las comidas y cenas por si se producen estas situaciones o similares, al objeto de conocer el origen que las desencadenan.