Buena parte de los ictus están relacionados con problemas cardiacos previos y muchos de estos episodios se podrían prevenir con un adecuado seguimiento. Es el fundamento de la Unidad de Ictus Criptogénico que coordina el cardiólogo José Luis Santos Iglesias.

- Titula su conferencia "Ictus, una consecuencia evitable de la fibrilación auricular". ¿Cuáles son las ideas básicas de su ponencia?

-El ictus tiene una gran relevancia, porque genera importantes problemas tanto individuales, por las secuelas e incapacidades que produce, como sociales, por el gasto económico que supone atender a las personas que han padecido uno de estos episodios. Yo creo que es una lacra social a día de hoy.

- ¿Qué tiene que ver el ictus con la fibrilación auricular?

-Una de las causas del ictus que a lo mejor la gente conoce menos es la arritmia cardiaca, lo que se conoce como fibrilación auricular y que está detrás de aproximadamente el 30% de los ictus que se producen en total. Hay que tener en cuenta además que los ictus que se producen por fibrilación auricular son los más graves, afectan a mayor área del cerebro y dejan mayores secuelas. El reto que los planteamos es que si somos capaces de predecir la fibrilación auricular y tratarla podemos evitar ese tipo de ictus. Se denomina ictus criptogénico porque no se conoce la etiología.

- ¿Por qué?

-Porque uno de los problemas de la fibrilación auricular es que es asintomática, es decir, se produce en un momento determinado pero luego desaparece y el corazón vuelve a su estado normal. Pero cuando se ha tenido la arritmia se ha podido desprender un trombo, un émbolo, del corazón que se ha ido hasta el cerebro y ha producido el ictus. El reto que nos planteamos es que esos pacientes que han tenido una fibrilación que aparece en unos momentos si y en otros no y que llamamos fibrilación auricular paroxística, ser capaces de establecer un protocolo, una serie de medidas para diagnosticar ese tipo de fibrilación que permanece escondida y que poniendo un tratamiento evitaríamos que apareciera un ictus.

- ¿Y esa es la base de la Unidad de Ictus Criptogénico?

-La idea es que si la vida te da otra oportunidad, aprovéchala. Y si tenemos un paciente que ha sufrido un ictus y ha tenido la suerte de que no le ha dejado muchas secuelas, no demos pie a que vuelva a padecer otro ictus. Entonces la idea es que para todo paciente que ha tenido un ictus seamos capaces de establecer una serie de vías para que pase por los especialistas adecuados, neurólogo, medicina interna y al final el cardiólogo, que pongamos los medios diagnósticos que se emplean para este tipo de arritmias, seamos capaces de identificarlas y poner un tratamiento tan sencillo como es un anticoagulante.

- La Unidad de Ictus Criptogénico que han puesto en el Hospital Recoletas ya ha recibido incluso un premio.

-Si, es una medida muy novedosa, aunque son cosas que están ahí, los neurólogos trabajan todos los días, los internistas trabajan todos los días y también los cardiólogos. Lo único que tenemos que hacer es coordinarnos y a todo paciente que ha tenido un ictus percatarnos y pensar que detrás de ese episodio ha podido haber un problema cardiológico. El especialista que ve al paciente con un ictus sea capaz de mandarlo al cardiólogo, que tiene los medios necesarios para diagnosticar ese tipo de arritmias y ponerle el tratamiento necesario.

- Se trata, por tanto, de buscar la colaboración de distintos especialistas para un mismo fin.

-La medicina moderna es multidisciplinar y por eso se crean este tipo de unidades. Caminamos hacia un montón de unidades de todo tipo en las que cada especialista pone su granito de arena para tratar distintos tipos de patologías. Es el camino, es la medicina moderna y hacia eso vamos. Y la Unidad de Ictus Criptogénico no es más que un ejemplo de lo que a día de hoy se estila y se lleva a cabo en todos los hospitales avanzados del mundo. Hay que tener en cuenta que en Castilla y León nuestra unidad es de las primeras que se han llevado a la práctica.

- ¿Cómo se diagnostica la fibrilación auricular?

-Se diagnostica tan fácilmente con una acción como es tomarse el pulso, es una de las más simples que hay. Pero luego también contamos con diferentes tipos de dispositivos que son capaces de poder diagnosticar la fibrilación auricular, porque muchas veces pasa desapercibida. Existe un Holter, que es una grabadora que se lleva durante 24 horas y que nos permite ver el ritmo cardiaco durante un día. Hay otros dispositivos que se llaman registradores de eventos que en lugar de llevarse durante 24 horas se pueden portar entre 15 y 30 días. Durante un mes se puede comprobar el ritmo cardiaco para ver si hay una fibrilación auricular. Y en último término podemos recurrir a unos pequeños dispositivos que son como un "pendrive", que se ponen debajo de la piel con una mínima incisión. Antiguamente había que dar tres puntos, pero hoy en día el dispositivo se coloca de forma inyectable. Se colocan esos dispositivos debajo de la piel, de manera que aumentamos el diagnóstico de la fibrilación auricular desde un 2% hasta un 30%. Entonces fíjese la gran cantidad de pacientes, una vez que le hemos diagnosticado la fibrilación auricular y que esa puede ser la causa del ictus, lo tratamos y evitamos que ese paciente vuelva a tener otra vez un nuevo ictus.

- ¿Es para la gente por tanto que le ha dado ya un ictus por una embolia?

-Si, cuando tu tienes un paciente al que le ha dado un ictus, le has hecho pruebas y has descartado otras causas, siempre queda la posibilidad de que el motivo sea la arritmia. En ese momento le hemos podido hacer un electrocardiograma y en ese momento puede ser normal, lo que no quiere decir que hace quince minutos o una hora haya tenido la fibrilación auricular. Y nuestro reto es cubrir a esos pacientes con la fibrilación auricular. Y para eso se han creado esas unidades para que todo paciente que haya tenido un ictus lo veamos los cardiólogos y tomemos las medidas diagnósticas necesarias para detectar la arritmia que, como digo, tiene un fácil tratamiento.

- Que puede evitar un montón de muertes y secuelas ¿no?

-Claro. Porque con esto, una vez que detectas la fibrilación auricular has eliminado la causa del ictus. Y al evitar la causa, evitas un montón de ictus, que es algo tremendo por las secuelas que tiene. Habremos evitado todos esos problemas de salud y las secuelas también socioeconómcas, derivadas del cuidado de los pacientes con un ictus.

- ¿Hasta un tercio de los ictus, por tanto, son de origen cardiaco?

-Si, en torno a un 30%. El ictus debido a la trombosis de una arteria se puede evitar controlando los factores de riesgo cardiovascular típicos, como el abandono del hábito del tabaco, hacer ejercicio para no caer en el sedentarismo, o una buena alimentación. Pero una parte de ellos, en torno a un 30% están producidos por la arritmia y el reto es intentar buscar la que produce el ictus.

- ¿Hay algún factor de riesgo de la fibrilación auricular?

-En principio la fibrilación auricular no está relacionada con los factores de riesgo cardiovasculares clásicos. Puede haber una relación con la hipertensión, pero no típicamente hipertensión, diabetes, colesterol o sedentarismo son factores de riesgo que intervienen en la fibrilación auricular. La arritmia se produce por causas que a día de hoy no están claramente estipuladas y conocidas y que provocan que los estímulos cardiacos se den en sitios que no son los adecuados. Y eso hace que el corazón se mueva de manera irregular, se produzca un éxtasis sanguíneo, se coagula dentro del corazón, se produce un coágulo, que nosotros llamamos émbolo, que llega al cerebro y se produce un ictus.