Se trata de un cargamento muy particular: 670 abrigos, 206 camisetas, 725 pantalones, 900 jerséis, 400 bufandas y guantes, 500 calcetines, 350 piezas de ropa de bebé, 250 prendas interiores de niños, medio centenar de chubasqueros, 178 mantas, un centenar de sacos de dormir, 45 tiendas de campaña y hasta dos cajas repletas de juguetes. Esta variedad es la carga del camión que esta semana ha partido desde Zamora con dos voluntarios de la ONGD Acción Norte al volante.

Su destino serán los diferentes campamentos de refugiados que están repartidos por Serbia. La propia ONG fue también la encargada de realizar la campaña de recogida el pasado mes de febrero, en la que -teniendo en cuenta todo lo recaudado- se volcaron cientos de zamoranos, sensibilizados con la cruda realidad que están viviendo miles de familias de refugiados sirios que han tenido que huir de su país por la guerra en busca de un futuro.

En apenas dos horas se logró completar la capacidad del camión habilitado para esta acción, ya que la respuesta de los ciudadanos fue inmediata. Además, junto con la entrega de material de abrigo también se recaudaron aportaciones monetarias, que se ha destinado para los diferentes trámites que han tenido que realizarse para poder realizar este viaje, entre documentación de aduanas y diferentes papeles necesarios para atravesar las fronteras, que se vuelven más exigentes cuando se trata de material humanitario y con destino a un país que no pertenece a la Unión Europea. Esas han sido las razones principales por las que el envío se ha retrasado varias semanas.

Los conductores de este camión solidario, Javier Bodego Morán y Luis Fernando Barbero Nieto, miembros de la organización y bomberos del parque de Rionegro del Puente, recorrerán los 2.600 kilómetros que separan Zamora de Belgrado. Allí está situado el almacén desde el que se distribuye todo el material recaudado por diferentes países a los campos de refugiados repartidos en Serbia. Además, parte de este material también se destinará a los emigrantes que están viviendo en la antigua estación de autobuses de Belgrado, ahora abandonada.

Precisamente allí estuvo hace dos semanas el presidente de esta ONGD, Javier Carracedo, para tener una primera toma de contacto en el terreno y analizar la situación por la que están atravesando los cerca de mil hombres que conviven en el edificio abandonado. En su estancia de diez días Carracedo ha logrado contactar con el resto de pequeñas ONG que trabajan en la zona para habilitar una coordinación entre todos, lo que ayudará a que el trabajo que se realiza sea más sencillo.

Ofrecer comidas y cenas, alimentar de leña las estufas allí instaladas o coordinar el almacén de ropa, además de la ayuda sanitaria, son las principales misiones de estas organizaciones en esta zona de Belgrado.

"Gracias a la solidaridad de los zamoranos y a los voluntarios que se dedicaron a clasificar la ropa y el resto de material recibido se ha podido enviar a Serbia todo este cargamento", reconocen desde la asociación, que continúa trabajando por dignificar la situación de todos estos refugiados repartidos por toda Europa.