La transformación que vivió ayer la sede del PP de Zamora con la visita de los dos candidatos a suceder a Juan Vicente Herrera: Antonio Silván y Alfonso Fernández Mañueco dejó claro que ya nadie esconde sus preferencias.

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Llegó primero Silván, a las cuatro y media de la tarde, cuando estaba anunciado, puntual. A su recepción acudieron Mayte Martín Pozo y Alberto Castro, representantes de la dirección de partido, y el sector "herrerista", con Rosa Valdeón a la cabeza. Acompañaron a la exvicepresidenta Antonio Vázquez y el que fue su "núcleo duro" su etapa como alcaldesa de Zamora. A saber, Francisco Javier González, Feliciano Fernández o Jesús Rodríguez, antes asesor y ahora director general de Economía Social y Autónomos. La comparecencia de Silván ante los medios, acompañado de Castro, también fue significativa, aunque, fiel a lo que expresó la semana pasada, valorando a los dos aspirantes por el igual, pero también por su condición de secretario, estuvo presente también en el acto de Mañueco. A diferencia de este último, Silván no celebró acto con militantes y llegó a Zamora con el tiempo justo de atender a los medios pues a las seis tenía una cita en Salamanca.

A esa hora, pero en Zamora, entraba a la sede el alcalde salmantino Alfonso Fernández Mañueco, escoltado por Martín Pozo y Castro. Para entonces, el ambiente era ya otro. Allí le esperaban Dionisio García Carnero, José María Barrios, Clara San Damián, Jerónimo García Bermejo, José Luis Prieto Calderón, Juan Dúo, Isabel Blanco, Aurelio Tomás, Jesús Sedano.... Todos en pie para recibir a Fernández Mañueco, que trasladó su propuesta a los militantes en lo que fue un baño de masas que escenifica lo dicho hace días por Mayte Martín Pozo, que Zamora "está del lado de Mañueco al 99%". Una sede, dos ambientes y, seguro, dos sabores de boca bien distintos en los candidatos.