Alfonso Fernández Mañueco se somete mañana viernes a la confianza de los militantes del Partido Popular con la aspiración de ser el sustituto de Juan Vicente Herrera como presidente de la formación en Castilla y León. Su mensaje se sustenta en los pilares de la "inteligencia" y la "democracia" interna del partido. Ayer, dentro de la ruta que le está llevando por todas las provincias de la comunidad, Fernández Mañueco celebró un acto con militantes en la sede del PP. "Con humildad, les pido que me den su apoyo", apunta.

-¿Cuáles son los puntos fundamentales de su propuesta para liderar el PP regional?

-El primer día presenté un decálogo de medidas y el proyecto "Nueve provincias, nueve medidas", con puntos concretos, y creo que soy el único que lo ha hecho. Quiero un PP donde lo fundamental sea la gente de a pie, los afiliados, y en segundo lugar defiendo la importancia de las asociaciones provinciales. Queremos un PP más abierto, más cercano a la gente. Para ello proponemos, por ejemplo, que los órganos directivos del partido se reúnan de forma itinerante en todas la provincias, así como hacer que los parlamentarios autonómicos tengan reuniones con los afiliados para recibir sugerencias. La coordinación con las nueve provincias es fundamental, así como con la dirección nacional. Las organizaciones provinciales tienen que ser equilibradas para que avancemos todos en la misma línea. También es importante el equilibrio entre instituciones y partido, para que las unas no manden sobre las otras y viceversa.

-¿Cuándo decide dar el paso para presentarse?

-Hace seis días, cuando Juan Vicente Herrera dice que no se presenta. Desde el minuto uno he tenido el aval de mi familia, de mi mujer y mis hijas. También de personas anónimas, que me han animado a dar el paso adelante. He recibido apoyos desde las nueve provincias.

-¿No lo decidió hasta que Herrera dijo que no se presentaba?

-Por supuesto, lógicamente.

-¿Y no le parece precipitado hacerlo en solo seis días?

-El calendario está pensado así y así lo tenemos que afrontar.

-Pero seguro que, antes, lo tenía decidido.

-En los últimos días sí ha habido conversaciones, pero hasta que Herrera no da el paso no lo damos ni Antonio Silván ni yo mismo.

-El PP es nuevo en este tipo de procesos. ¿No cree que las cosas se podrían haber hecho con más calma?

-Podemos decir todo lo que queramos del proceso, pero está votado por más de 3.000 personas en el Congreso Nacional. Este es el sistema elegido y no vamos a cuestionarlo. Vamos a participar en él de forma democrática, porque las reglas son iguales para todos.

-¿Usted se siente a gusto con el sistema?

-Sí. Es participativo. Ahora tienen la voz las mujeres y hombres que conforman el PP de la región. Aunque los cargos institucionales se pronuncian, la voz la tiene el militante de a pie.

-Hay voces que dicen que usted es el candidato de Génova y Silván el preferido de Herrera. ¿Cómo lo valora?

-Creo que hay equilibrio. He sido secretario regional de Juan Vicente Herrera durante varios años, y también presidente del Comité Nacional de Derechos y Garantías del PP de Castilla y León.

-Si usted perdiera. ¿Estaría dispuesto a ser el "número dos" de Silván?

-Vamos a esperar a ver qué deciden los militantes. El futuro no está escrito y a partir del viernes hablaremos.

-¿No hay ningún pacto entre ambos?

-Como digo, el futuro no está escrito. Ahora la voz la tiene la militancia y serán los afiliados los que decidan.

-A partir del próximo congreso habrá una "bicefalia" en Castilla y León entre el presidente de la Junta y el del partido, algo a lo que el PP no está acostumbrado. ¿Cómo lo gestionarán?

-Con inteligencia, sentido común y acierto. El PP nunca ha apostado por este sistema, pero estamos hablando de algo temporal y no habrá ningún problema. Si salgo elegido actuaré con lealtad e inteligencia para llegar a un entendimiento.

-La marcha de Herrera se anunciaba desde hace tiempo, pero parecía que nunca se producía. ¿Hay sensación de "vértigo" en el partido?

-Más que vértigo diría responsabilidad, como siempre que hay un proceso de estas características. Unas veces el relevo llega antes y otras después, pero en las provincias estoy viendo tranquilidad y responsabilidad.

-En el Congreso Nacional se debatió sobre la acumulación de cargos. Si usted gana, ¿renunciará a alguno de los que ya tiene?

-Si gano, sería cambiar mi posición como secretario regional por presidente. Desde luego, mi intención es la de continuar como alcalde de Salamanca.

-Pero la responsabilidad del secretario no es la misma que la del presidente...

-No, claro, es más responsabilidad. Pero a lo mejor es menos trabajo, nunca se sabe.

-Si gana, ¿le veremos dentro de dos años como candidato a la presidencia de la Junta de Castilla y León?

-Lo que elegimos ahora es al presidente regional del partido. El candidato a la Junta lo elige la Dirección Nacional, que lo hará en el tiempo preciso y con el procedimiento adecuado.

-Pero sería lo más lógico.

-Insisto. Queda mucho tiempo, ya se verá, nunca se sabe. Ahora toca que la militancia hable y a partir de ahí nos quedará un largo recorrido.

-Sabe que numerosos cargos orgánicos del partido se han posicionado, a favor de usted o de Antonio Silván. ¿No cree que esto "contamina" el proceso?

-No. Personalmente agradezco todos los apoyos y entiendo que haya personas que se posicionan a favor de Silván. Silva un ejemplo. Juan Vicente Herrera ha dicho que va a ser neutral y votará en blanco. Juan José Lucas, expresidente del partido, ha dicho que me apoyará a mí y José Antonio de Santiago Juárez, vicepresidente de la Junta, está con Silván. No hay ningún problema con esto.