-¿Existió la posibilidad de una candidatura conjunta, suya y de Silván?

-Sí, se intentó y no fue posible. A partir de ahí tampoco creo que haya que pensar más en ello. Ahora estamos en el momento de la militancia. Silván y yo somos amigos, ambos lo hemos dicho, y creo que tendremos la suficiente habilidad para hacer un congreso inteligente. El PP de Castilla y León entró en este proceso fuerte y unido y después del primero de abril seguiremos igual, estoy convencido.

-¿Corre el Partido Popular riesgo de salir fracturado de este proceso?

-No necesariamente. No por celebrar este proceso tiene que haber problemas. Yo desde luego no lo interpreto así.

-Herrera decía hace poco que era "hijo del dedazo". Ahora el PP inaugura este proceso para elegir líder. ¿Qué ha cambiado?

-Han pasado 16 años. Estamos en unos nuevos tiempos y necesitamos un partido que aporte renovación y sea capaz de adaptarse a los nuevos retos de la sociedad zamorana y de la comunidad de Castilla y León.