No solo no podrá conducir un vehículo en seis años, sino que, cuando cumpla esa pena impuesta por el Juzgado de lo Penal, el kamikaze zamorano tendrá que volver a examinarse para obtener el permiso de circulación, ya que esta condena, la máxima que fija el Código Penal para el delito de conducción temeraria, conlleva la pérdida del mismo. La pena mínima es de un año sin poder conducir vehículos a motor y ciclomotores.

El kamikaze ha sido condenado por el mismo delito de conducción temeraria a un año de prisión, un año menos del máximo periodo de reclusión que contempla el Código Penal para una de las infracciones más graves de la Ley de Seguridad Vial. La sentencia que impondrá la magistrada de lo Penal en función del acuerdo alcanzado por la Fiscalía y el abogado del acusado incluye una multa de 540 euros que tendrá que abonar al Juzgado.

El condenado entró con su vehículo en sentido contrario por la autovía A-6, a su paso por Benavente, el 19 de abril de 2015, en los carriles de dirección a La Coruña, pero dirigiéndose hacia Madrid, según admitió minutos antes de que diera comienzo la vista oral prevista en el Juzgado de lo Penal. Era plenamente consciente de lo que hacía.

Por concretar queda a cuánta velocidad transitaba invadiendo el carril contrario, si bien los agentes estimaron que podía circular a más de 90 kilómetros por hora, dato que nunca se ha podido acreditar y que queda en el aire, una vez que el kamikaze llegó a un acuerdo con la Fiscalía Provincial, previa admisión de los delitos que se le imputaban por parte del Ministerio Público en la sede de ese Juzgado.

Atentado a la autoridad

El imputado también está procesado por un delito de atentado a la autoridad, dada la actitud de resistencia que puso cuando los agentes de la autoridad le fueron a detener, por el que se le condena a seis meses de prisión.

La pena de seis años de retirada del permiso de conducir es la máxima impuesta en Zamora para castigar este tipo de conductas que pueden verse agravadas cuando se pone en riesgo la vida de otros conductores, lo que en este caso no sucedió porque no había circulación.

El hombre, que igualmente admitió los cargos que se le atribuyeron por esa conducta, no ingresará en prisión, pero no podrá volver a conducir cuando transcurran los seis años de prohibición si antes no se somete a las pruebas teóricas y prácticas a las que tiene que hacer frente cualquier ciudadano que nunca ha dispuesto del permiso para circular con vehículos.