El precandidato a la presidencia del PP de Castilla y León Antonio Silván apuesta por convertir a la formación en un partido "más abierto, ilusionante y con la oreja pegada al suelo" para percibir las demandas de la sociedad. Así lo recogió la agencia Ical tras la presentación de los avales, momento en el que garantizó el "fair play" en el proceso abierto para la décimo tercero congreso autonómico previsto para el 1 de abril en Valladolid y al que se presentará también el salmantino Fernández Mañueco. El dirigente leonés, que este jueves, según confirmó, acordó con Fernández Mañueco presentar un total de 150 avales para no someter a más tensión a los afiliados en estos días previos, acudió con un mayor número de firmas en su carpeta, que se guardó para respetar el acuerdo. Entre los registrados, el primero fue el correspondiente al presidente del PP leonés, Eduardo Fernández.

Silván sostuvo que los afiliados deben tomarse el proceso con "absoluta normalidad", aunque haya dos candidatos, una situación que no se ha producido nunca. El leonés admitió que todo proceso congresual genera una "cierta tensión e incertidumbre", pero envió un mensaje de "tranquilidad" a la sociedad y garantizó que por su parte aplicará el "fair play", es decir, el juego limpio.

Con la "unidad" en la boca de forma continua, el también procurador negó que el PP de Castilla y León afronte una crisis interna, como han planteado otras fuerzas políticas. "No hemos levantado la voz", recoge Ical. Además, tendió la mano al "acuerdo y al entendimiento", si bien rehusó desvelar la conversación "reservada" que mantuvo con Fernández Mañueco sobre una posible integración del candidato que no resulte elegido. Ese supuesto encuentro con Herrera y Pablo Casado en busca de consenso se circunscribe, a su juicio, "en el ámbito de lo estrictamente privado".