"Cumplo cien y cuatro", decía ayer con una sonrisa Flora Álvarez Temprano, quien celebró su cumpleaños con toda su familia en la residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, donde todos los residentes la conocen al ser la mayor de todo el centro. Sus tres hijas acudieron hasta la residencia para estar con su madre -la célebre barquillera de la calle Santa Clara- en este día tan especial, en el que, según sus hijas "se encontraba como una rosa".