"Se nos quiere hacer creer que el dinero nunca salió de la casa, cuando consta que disponen de él y en julio de 2015 se dice que fue robado de la casa y se denuncia a siete personas", tíos y primos carnales de los imputados, explicó la fiscal. Pero lo cierto es que nadie comprobó si estaba en el armario de la casa, donde los imputados afirman haberlo guardado. "Un año después" del supuesto robo "se nos dice que está en la casa", cuando se fija la fecha del juicio que se celebró ayer en la Audiencia Provincial, prosiguió la fiscal.

Cuestionó que la mujer ordenara a los sobrinos que dejaran el dinero en su casa, deshabitada, sin otra salvaguarda que la llave del armario donde lo depositaron. La fiscal dudó de que la mujer, muy delicada de salud en esos meses -sin poder hablar apenas, como indicó el guardia civil que la tomó declaración- pidiera a sus sobrinos que depositaran el dinero en la casa en lugar de que se lo llevaran a la residencia para tenerlo controlado. Máxime cuando se trataba de una persona "preocupada" por su economía, que manejaba de forma directa sus cuentas, iba sola a las entidades financieras, sin delegar en nadie, agregó la fiscal.

El dinero fue encontrado en el lugar del que supuestamente lo robaron por la madre de la acusada, la única que tenía llaves según el resto de la familia, y un amigo de su hija, quienes fueron a la casa para recoger el correo y ver cómo estaba, a limpiar. Al abrir el armario vieron los sobres del dinero y llamaron a la Guardia Civil.