Las tendencias alcistas que se producen de forma cíclica en el mercado eléctrico podrían contenerse. Esta es la conclusión fundamental que extraen desde la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica, Anpier, que representa a cientos de pequeños productores en la provincia de Zamora -en total, son más de mil los zamoranos, particulares o empresas, que producen energía fotovoltaica-.

Según la agrupación, el precio del megavatio podría descender "un 20% si el Gobierno reformara el mercado mayorista". Los productores de energía solar argumentan que las tendencias alcistas "se producen en parte porque no entran las renovables, que son las que colocan los precios por debajo de los cuarenta euros por megavatio". Así, siempre según la asociación Anpier, "si el Gobierno ajustara el sistema de formación de precios de la energía, que retribuye todo el suministro al precio marcado por la última unidad necesaria para cubrir la demanda estimada para cada día", la situación cambiaría.

"Actuar sobre el mecanismo diario de fijación de precios y evitar sobre retribuciones supondría una bajada aproximada del 20% del precio del megavatio en momentos como el que acaba de atravesar nuestro sistema eléctrico", que registró grandes subidas en el mes de enero. Esta situación, asevera Anpier, "genera además pérdida de rentas familiares y de competitividad, un déficit de tarifa virtual, al establecerse un precio ficticio del coste de generación, puesto que lo normal en momentos" como los pasados, "con escasez de precipitaciones, ha sido que el megavatio se situara en los 60 ó 65 euros por megavatio", una cantidad baja si se tiene en cuenta que rozó máximos de casi noventa.

La normativa actual, explica Anpier, "hace que la participación de los ciclos combinados de gas y carbón en el "mix energético" marquen el precio de mercado, y este sea extremadamente alto para retribuir a otras fuentes de producción cuyos costes de generación son muy inferiores a dicho precio, produciéndose así sobre retribuciones injustificadas, que suponen cifras millonarias de ingresos para las eléctricas".

Además de esto, "nos encontramos con que los costes de generación de estas tecnologías -gas y carbón- decisivas para marcar el precio diario de la electricidad, son totalmente opacos, al no existir un mercado secundario organizado, como si existe en el caso del petróleo. Este "secreto silenciado" ya fue denunciado por la propia Unión Europea, que advirtió de esta grave anomalía en el dictamen sobre el programa de estabilidad de España para los ejercicios 2012-2015".