El Ministerio de Fomento desbloquea los trámites para la construcción de la autovía entre la capital zamorana y la frontera portuguesa, continuación de la A-11. A través de su publicación en el BOE -formalismo que se cumplirá en breve-, el ministerio de Íñigo de la Serna aprobará provisionalmente para su sometimiento a información pública el documento técnico "Actualización del procedimiento de evaluación ambiental de la A-11: tramo Zamora-frontera portuguesa", documento que incluye el estudio de impacto ambiental.

La longitud de la vía será de 71,4 kilómetros y el presupuesto de licitación estimado de las obras asciende a 328 millones de euros, aunque es todavía muy pronto para considerar que ese será el montante definitivo.

La autovía contará con dos calzadas de siete metros de anchura cada una, arcenes exteriores de dos metros y medio e interiores de un metro, a lo que hay que sumar una mediana de diez metros de longitud. Básicamente el trazado es el mismo que ahora tiene la N-122.

El estudio de impacto ambiental integrará en un único documento los condicionantes ambientales identificados en el ámbito de los cuatro proyectos de trazado y construcción en los que se dividirá la actuación. Los tramos son los mismos que se aprobaron hace años, antes de que la llegada de la crisis económica paralizara el proyecto. Partiendo de la capital zamorana, el primer tramo llegará hasta Ricobayo con una longitud aproximada de 16 kilómetros. El segundo discurrirá entre Ricobayo y Fonfría, con una longitud de unos 20 kilómetros; el tercero llegará hasta Alcañices -unos 17 kilómetros- y el último enlazará esta localidad zamorana con el puente internacional de Quintanilla, a 16 kilómetros de distancia y en frontera con Portugal.

El documento técnico aborda un análisis ambiental detallado del trazado, recogiendo el planeamiento urbanístico vigente, cartografía, red viaria, tráfico, geología, procedencia de materiales, trazado geométrico, geotecnia, climatología, estructuras y servicios afectados. Adicionalmente, se concretarán con mayor grado de definición los efectos producidos en el medio ambiente, proponiendo medidas protectoras y correctoras y estableciendo el plan de vigencia ambiental.

En el proyecto consta, sin más detalles de momento, que se ha reducido el número de viaductos que tendrá la autovía. También se han adecuado los pasos a distinto nivel para la fauna y se han considerado nuevos pasos de ganado y reposición de caminos agrícolas. La variante de Alcañices se ha desplazado hacia el sur, de manera que se evita la intrusión visual sobre el núcleo urbano en el entorno del cruce del arroyo Rivera de Bozas. Asimismo, en su tramo final, se aprovecha la variante de la carretera N-122 de San Martín del Pedroso, de reciente construcción, con lo que se evita la ejecución del túnel inicialmente previsto en el estudio informativo y se bordea el castro de El Pedroso, declarado Bien de Interés Cultural. El estudio de impacto ambiental toma como punto de partida la alternativa seleccionada en el estudio informativo.