El medio rural dispondrá de 22 nuevos Centros Municipales Integrados -los comúnmente conocidos como comedores sociales- que se suman a los 44 que ya están en marcha en la provincia. Las nuevas instalaciones "están pendientes de su apertura definitiva", según confirmó ayer el vicepresidente primero de la Diputación Provincial, Juan Dúo, en relación a los 66 comedores con los que contará la provincia a corto plazo. La prestación social implica un desembolso anual de 360.000 euros que salen de las arcas provinciales, una cuantía económica que este año experimenta una subida de 40.000 euros más hasta alcanzar los 400.000 euros consignados en el presupuesto general de la Diputación.

Los comedores constituyen un medio no solo para proporcionar un servicio de comida caliente a las personas mayores o con necesidades económicas de la provincia, sino que su papel va más allá ya que aspiran a tener un carácter más interdisciplinar. En este sentido, los centros se convierten también en un punto de encuentro, reunión y de ocio para personas que, de otro modo, verían recortadas sus relaciones sociales.

Los más de cuarenta comedores sociales de la provincia que están en marcha en la actualidad atendieron el pasado año a más de medio millar de usuarios del medio rural. La prestación social, que depende de forma directa de la Diputación Provincial de Zamora, surgió como comedor social rural por iniciativa de la Diputación Provincial en el año 2004 en la comarca de Aliste, al oeste de la provincia de Zamora. El primer centro se abrió en Bercianos de Aliste. En sus orígenes, nacieron pensando en los jubilados y en las personas mayores, ya que la edad media de usuarios está en torno a los 65 años, pero hoy día están abiertos a todo el mundo y se han constituido en un lugar donde se ofrecen actividades de todo tipo.

Los comedores también son una fuente de creación de empleo femenino. En cada centro municipal hay una o dos mujeres que se encargan de la cocina y de la limpieza que, además, son del propio municipio.