El informe técnico encargado por la Cofradía de la Vera Cruz y debidamente firmado por la conservadora y restauradora de patrimonio artístico Marién Mateos, de la empresa Dovela, propone la "mejora y acondicionamiento" de la ubicación de la Virgen Dolorosa "como prevención de un deterioro inminente". La técnico apreció que en la capilla donde mora la imagen "el ambiente es muy húmedo", tiene manchas de sales y de "humedad por capilaridad recientes en todas las paredes hasta una altura superior a un metro". El retablo tiene "graves problemas de ensamblaje y pérdida de piezas estructurales, así como un moderado ataque de insectos xilófagos, con riesgo de la imagen al verse expuesta a su ataque". Además falta una tabla de cierre de la hornacina central, sustituida por una tela que toca una pared con humedades y fuertes corrientes de aire y la base donde se asienta la Virgen no es plana y está sin ensamblaje de la peana al retablo, con lo cual "no tiene ninguna estabilidad" con "grave peligro de caída". Entre otras cosas la técnico constata que la corona, que no se puede colocar en la imagen por falta de espacio en la hornacina, ha sufrido "deterioros en varias ocasiones" que han requerido reparación.

La junta directiva de la Vera Cruz hizo público ayer el informe para salir al paso de las declaraciones "de los capellanes que ha tenido recientemente esta cofradía" y "manifiesta su malestar por las calificaciones vertidas hacia profesionales técnicos, autores del informe realizado de la capilla de San Andrés donde se encontraba nuestra Virgen Dolorosa, por el mero hecho de ser contrario a sus intereses".

El informe técnico, presentado por la junta directiva, "y realizado por una profesional merece el mismo respeto que el aportado por ellos de forma extemporánea, presentado al final de la asamblea del pasado día 19 y sin previo aviso a pesar de estar fechado de 17 de febrero de 2017, con el objeto de violentar la misma".

La directiva, "ni permite ni permitirá (tal y como se transmitió en la asamblea), que su patrimonio se encuentre en un entorno deficiente para la conservación de la imagen". Aun así "con tranquilidad y sentido común y analizando la situación se tomara una decisión, pensando únicamente en la cofradía y no en intereses personales y particulares".

La directiva "no volverá a salir al paso de las declaraciones" de los dos religiosos. "Nos negamos a alimentar el fuego que ellos mismos están provocando en esta cofradía. La conciencia la tenemos tranquila y las manos limpias, les deseamos de corazón que puedan decir lo mismo".