Las señales informativas sobre la prohibición de aparcar en las calles afectadas por el mercadillo sufrieron derribos durante las jornadas previas a este pasado martes. Un "conato de acción", en palabras de Francisco Guarido, que no ha supuesto ningún revés para el buen desarrollo de la cita. El alcalde, de hecho, ha querido quitar hierro al asunto. "Se trata de un hecho puntual. Algunas de las señales aparecieron derribadas y las volvimos a poner de pie. Aquí paz y después gloria", explica el regidor de la capital.

La valoración de Guarido, al margen de este pequeño acto vandálico, ha sido positiva. "Todo ha salido según estaba previsto, los vendedores se han instalado con normalidad y la gente ha acudido al mercadillo como hacía habitualmente. Estamos contentos", indica. "Tenemos que felicitar al colectivo de los ambulantes por el buen ejemplo que han tenido a lo largo de las últimas semanas. Por primera vez en este Ayuntamiento, la situación del mercadillo está regularizada", analiza.

El balance del mercadillo de ayer se saldó con la instalación de 180 puestos, que son quienes habían formalizado los pagos tal y como se exigía. Por otra parte, un total de 220 de los 247 puestos pintados ya han retirado la carta de pago en Comercio.