El mapa de incidencia del radón en España elaborado por el Consejo de Seguridad Nuclear coloca a Sayago como uno de los territorios del país con nivel más alto de exposición al gas radioactivo, considerado como la primera causa del cáncer de pulmón en los no fumadores. La radiografía abarca municipios zamoranos como Moralina, Fadón, Sogo, Fariza, Bermillo y Muga.

Las localidades de la provincia se encuentran al mismo nivel de incidencia que Orense, que encabeza las estadísticas con mayor número de casos de cáncer de pulmón. La propia Unión Europea reconoce que la exposición continua al radón implica un riesgo para la salud, tanto es así que a partir del año que viene el Gobierno tendrá que tomar medidas para combatir la sustancia radioactiva.

El Consejo de Seguridad Nuclear es el único organismo competente en España en materia de seguridad nuclear y protección radiológica. Su mapa de incidencia señala como zonas de mayor riesgo a Galicia, Extremadura, Madrid, Castilla la Mancha y Castilla y León. En el caso de esta última región, pone el foco en Salamanca y Ávila, pero detecta también la alerta de "exposición alta" en la zona suroeste de la provincia, es decir, el territorio correspondiente a Sayago. Con la finalidad de identificar las zonas más expuestas, el mapa orientativo "no sustituye en ningún caso a las mediciones directas de radón en las viviendas, que son el indicador más fiable", tal y como precisan desde el órgano nuclear. El mapa diferencia tres categorías -baja , media y alta- según la probabilidad de encontrar en la zona edificios con concentraciones de radón superiores al nivel de referencia de 300 becequerelios por metro cúbico, que es la unidad derivada del Sistema Internacional de Unidades para medir la actividad radiactiva. En zonas de categoría 0 se posiciona toda la provincia a excepción de Sayago, cuya probabilidad es inferior al 1%. No obstante, las concentraciones de radón más elevadas suelen encontrarse en sótanos y plantas bajas. Por encima del segundo piso es poco frecuente medir valores superiores al nivel de referencia.

El gas radiactivo no produce daño en sí mismo ya que su vida media no llega a los cuatro días. Sin embargo, algunos de sus componentes se filtran en el interior de las viviendas de modo que al respirar las partículas se desintegran e impactan en el pulmón. El producto se desarrolla, sobre todo, en los subsuelos graníticos ya que las piedras contienen una gran cantidad de uranio, el elemento que produce el gas. Según la Organización Mundial de la Salud, la mayor exposición al radón suele producirse en el hogar. La concentración de radón en una vivienda depende de la cantidad de uranio que contiene el terreno del subsuelo, de la ventilación y de las vías que el radón encuentra para filtrarse. Lo hace a través de grietas en los suelos o en la unión del piso con las paredes, desagües o tuberías. La mayor concentración de gas se encuentra en sótanos, bodegas y espacios habitables que están en contacto directo con el terreno.