Entró en una finca ubicada en Fuentelapeña para llevarse 25 colmenas, valoradas en 4.830 euros, sin causar daños en la explotación, lo que le ha valido una condena por hurto y no por robo que deja su condena en una multa de 600 euros, después de que reconociera haber cometido el delito ante la magistrada del Juzgado de lo Penal.

El procesado accedió a la explotación agrícola entre los días 1 y 19 de septiembre de 2013 con la intención de llevarse colmenas para beneficiarse de la producción de las abejas, ya que el enjambre estaba activo, a pesar de que en principio su abogado sostenía lo contrario.

El letrado llegó finalmente a un acuerdo con el Ministerio Fiscal, tras admitir que la indemnización por el hurto debería incluir los daños por el lucro cesante, es decir, por las pérdidas que el ya condenado había causado al propietario de la explotación apícola, que vio disminuidos sus ingresos a verse privado de las 25 colmenas que estaban en plena producción.

La responsabilidad civil se cifró, una vez admitidas esas pérdidas económicas para el apicultor, en los 4.830 euros, lo que implica una valoración de cada colmena de poco más de 193 euros.

Por el delito de hurto, la juez establecerá en su sentencia una pena de multa, en concreto dos meses con una cuota diaria de 10 euros, lo que se traduce en los 600 euros que deberá entregar en el Juzgado por haber infringido la ley.

Los detalles sobre cómo entró en la finca y perpetró el robo, así sobre cómo accedió a las colmenas, se las llevó y fue descubierto no han trascendido, puesto que el acusado confesó ser el autor del delito. Esta circunstancia le ha valido la aplicación por parte de la juez de la atenuante de confesión de los hechos y de arrepentimiento y una reducción de la condena que solicitaba la Fiscalía.