Fernando Martínez Maíllo continúa su ascenso meteórico en el PP nacional y sale reforzado del Congreso nacional como hombre fuerte del partido y mano derecha del presidente nacional, Mariano Rajoy, en un tándem con María Dolores de Cospedal. Desde ayer es el coordinador general y responsable electoral y de organización del PP, un nombramiento que permitirá "colocar a Zamora" en Génova, a la que asegura que tiene siempre presente "en cada conversación con el presidente del Gobierno y con los ministros", declaró ayer a La Opinión-El Correo.

Martínez Maíllo, visiblemente emocionado por el nuevo reto que asume, "trabajo y más trabajo", hizo oídos sordos a la pregunta de si suponía tener más poder en el Partido Popular. Sin dejar de reconocer que ha habido un antes y un después en estos últimos meses en el PP, de inmediato se remitió a que "esto es una organización" y se congratuló de que Rajoy mantenga a quienes han formado equipo con él. "Me alegro mucho de que sigan los vicesecretarios porque formamos una piña y es muy importante que continúen".

El también secretario provincial del PP de Zamora y alcalde de Casaseca de las Chanas no quiso entrar a valorar su nombramiento, si bien manifestó que "creo que Rajoy lo ha explicado y ha sido coherente en el planteamiento, él mismo ha dicho que hemos funcionado y que no hay por qué cambiar lo que funciona". Eso sí, dejó bien claro que sigue dependiendo de Cospedal, confirmada como secretaria de Organización por Rajoy, y que trabajará "con ella como coordinadora como hasta ahora. Evidentemente el día a día voy a estar al cien por cien en Génova con ella".

Su nuevo cargo -que le llegó tras dirigir uno de los debates más acalorados del congreso en su ponencia sobre Estatutos, la moción denominada "anti-Cospedal" por recoger la limitación de cargos que se tumbó "con votos, nada de pucherazo", subrayó- obedece a que "había que reforzar el partido, dadas las tareas a las que ahora se debe dedicar la secretaria de Organización" como ministra de Defensa.

En todo momento, huyó de los personalismos a la hora de concretar sus logros en este año y medio al frente de la vicesecretaría de Organización para poner el acento en el equipo: "es el resultado del trabajo dificilísimo que hemos desarrollado los vicesecretarios, con dos campañas electorales, el acuerdo con Ciudadanos", en momento difíciles.

Al líder popular no le asusta lo que está por llegar, para lo que echa mano de su única fórmula, dedicación, consciente de que "tendrá más visibilidad, como es lógico, y viajaré más por todo el país, tendré más trabajo".

Sobre los próximos congresos y el futuro de Juan Vicente Herrera como presidente del partido en la comunidad autónoma, manifestó que "lo tendrán que decidir los afiliados del PP, ahora tendrá que derivarse el debate de acumulación cargos y limitación de mandatos a Castilla y León". Sobre el enfrentamiento que mantienen hizo tabla rasa: "tuve sus discrepancias con la cuestión territorial cuando fui presidente de la Diputación y ahora el tiempo me da la razón".

De su posible sucesión al frente del PP de Zamora, prefirió ni hablar. "Vamos a esperar, hay que ir paso a paso", primero toca el Congreso regional "y veremos lo que sucede". Martínez Maíllo indicó que "será preciso hacer una valoración interna en el partido, para ver qué es lo mejor y no descartar nada". Tras la cita de Castilla y León "decidiremos" sobre su posible sucesión al frente de la organización en Zamora, y se hará "lo que sea mejor para afrontar las elecciones de 2019".

Reiteró su firme compromiso con Zamora para agregar que "todos los zamoranos saben que es mejor tener a personas en cargos importantes a nivel nacional, me da igual de qué partido". Como dice siempre que tiene ocasión, "haré todo lo que esté en mi mano por Zamora. Tiro por Zamora, lo conseguiré o no, pero hablo de mi tierra porque necesita mucha ayuda y trabajo por ella, estoy a disposición de todos los zamoranos en mi despacho de Génova".