No solo San José Obrero, sino Zamora entera se volcó ayer con la familia de Ángel Bariego Núñez para dar el último adiós a una de las figuras más emblemáticas del movimiento vecinal de la capital, fundador del barrio en al que llegó como sacerdote siendo joven y donde ha permanecido toda su vida. La desolación y el pesar se reflejaban en los rostros de cientos de zamoranos que acudieron a despedir a Bariego a la iglesia de San José Obrero, que se quedó pequeña para acoger a sus amigos. Allí se pudo ver desde al alcalde de IU en Zamora, Francisco Guarido, la teniente de alcalde, Laura Rivera -compañeros de fatigas en la toma del Cuartel Viriato- o al teniente de alcalde socialista Antidio Fagúndez hasta al secretario nacional de la Coag, Miguel Blanco, y al responsable de este sindicato en Sanabria, Manuel Soto.

El movimiento vecinal estuvo representado por integrantes de asociaciones de vecinos, como la de San Frontis y la de San José Obrero. Tampoco faltaron personalidades de la cultura. Pero los más importantes, sin duda, sus vecinos, a los que a Ángel Bariego le habría sentir cerca, con quienes compartió mil batallas para conseguir derechos para un barrio que nació y creció casi de su mano.

Bariego fue ayer recordado como el sacerdote generoso, solidario y conciliador, pero también peleón, con una gran carga social en su vida, entregado a la causa de hacer de su entorno más inmediato un lugar justo y de convivencia, siempre desde el fomento de la vecindad en el más estricto sentido de la palabra: el de compartir y respetar al otro.

La pérdida de Bariego ha sido un mazazo para los zamoranos, que conocieron su valentía y su trayectoria contracorriente, desde posiciones que no siempre fueron cómodas ni bien vistas por quienes gobernaban en las instituciones, fueran del color que fueran. Zamora lloró ayer a uno de los impulsores del movimiento vecinal de Zamora con aquel trabaja pionero en el barrio de San José Obrero, embrión de las futuras asociaciones de vecinos que hoy dan voz a los ciudadanos. Hasta siempre, Ángel.