Es el máximo responsable del Mando de Operaciones Especiales y apuesta por la "normalización" del ejército en la sociedad. El general de brigada Demetrio Muñoz García participó ayer en el Club LA OPINIÓN- EL CORREO DE ZAMORA con una charla sobre los entresijos de este cuerpo especial del ejército. Avalado por su experiencia, el conferenciante reconoció que la amenaza yihadista había cambiado la concepción de la labor militar. "Desde que empezamos en Afganistán, hace ya algunos años, hemos aprendido a afrontar otro tipo de combate, hemos cambiado nuestros procedimientos y hemos adaptado nuestras tácticas y procedimientos a este nuevo tipo de amenaza", afirmó.

Una amenaza "que ha hecho cambiar el concepto tradicional de guerra. Ya no es simplemente entre todos naciones y requiere cada vez más preparación, porque las reglas de la guerra en este enemigo ya no están claras y eso nos obliga a mejorar y tener cada vez más control y capacidad de ejecutar haciendo el mínimo daño a la población a la vez que se combate la amenaza", argumentó,

En este área, los miembros del Mando de Operaciones Especiales de España se encuentran desarrollando su labor en países como Líbano, Irak, Mali, Senegal o Mauritania. En estos últimos tres territorios "además de entrena a sus soldados, se les está educando para que entiendan cuál es su misión. En estos países a veces se pierde el sentido de que las fuerzas armadas tienen como finalidad principal la defensa de su población, que es una tarea que va añadida a la preparación militar", indicó. Por ello, los militares españoles "les intentan hacer entender que la base del éxito de su misión va a ser el apoyo de su población, ya que si no tienen su cariño y respeto, va a ser difícil que sepan afrontar a la amenaza".

La situación de conflicto actual, además, "hace que se demanden más las operaciones especiales", afirmó. Sobre sus hombres, explicó que "no son unidades de gran potencia de fuego, sino de acciones que denominamos quirúrgicas, con un mínimo empleo de la fuerza, porque si podemos hacer un disparo, no hacemos cinco. Intentamos que el daño sea mínimo siempre, porque no nos enfrentamos a un ejército, sino a auténticos terroristas", calificó.

Desde hace dos años está frente de este departamento tras haber participado en misiones alrededor de todo el mundo. "Ciertamente es más gratificante estar en el campo de batalla, pero también es muy importante que todos una clara idea de esas situaciones, estemos después en los despachos, dirigiendo la organización, porque es mucho más fácil entender a nuestros capitanes y tenientes coroneles al mando", justificó.

Sobre la visión que tiene la sociedad del ejército, recordó que, según las encuestas del CIS, "se trata de una de las organizaciones más valoradas por la población y que más esfuerzo ha hecho por adaptarse a los tiempos y las circunstancias", aunque reconoció que existe una cierta "desconexión" entre ejército y sociedad "desde que el primero se profesionalizó y dejó de recibir a la juventud, que se preparada allí".

Por ese motivo, apostó por trabajar en "normalizar" la visión de militares de uniforme por las calles. "Todavía le sorprende a muchos, pero lo cierto es que yo comparto el 99,99% de mi ADN y costumbres con el resto de los españoles. Y además soy militar. No pertenezco a ninguna raza extraña, soy una persona que cumple con una misión, como los otros 80.000 ciudadanos que hacemos grande España con nuestro trabajo, como el resto de los ciudadanos. Entre todos, contribuimos a mejorar el país y nuestra patria", finalizó.