Un vecino de la capital ingresó en prisión acusado de agredir sexualmente a su hija de 13 años, tras la investigación abierta por la Comisaría de Zamora, que dio traslado de las diligencias al Juzgado de Guardia el miércoles, el mismo día en el que la juez decretó prisión preventiva, según ha podido saber este diario.

Las actuaciones judiciales que se mantienen en secreto por afectar a una menor de edad sirvieron para que otra de las hijas, actualmente de 18 años, denunciara haber sufrido agresiones sexuales desde hace más dos años, en las que el padre habría llegado a violarla al obligarle a consumar el acto sexual. Las hermanas vivían en el mismo domicilio con su padre y su madre

La Policía Nacional inició la investigación después de tener conocimiento de que el hombre podría estar sometiendo a la niña de 13 años a sucesivas violaciones, aunque sin que se cursara ninguna denuncia. Los agentes consiguieron recabar la información suficiente como para disponer de indicios de la comisión del delito para proceder a detener al individuo y ponerlo a disposición judicial.

La niña de 13 años estuvo en todo momento arropada por la fiscal de Menores durante la exploración a la que fue sometida durante las diligencias. La presunta víctima ofreció un relato coherente sobre los abusos sexuales de los que estaba siendo víctima por parte de su progenitor, según aseguró. Una versión que llegó a corroborar su hermana mayor, de 18 años y madre de un niño de dos, quien terminó por confesar que el padre también la había violado durante más de dos años, según la información a la que ha tenido acceso este diario. El equipo técnico de la clínica forense tendrá que evaluar a la víctima menor de edad.

La gravedad de los delitos que se imputan al arrestado llevaron a la juez a ordenar el ingreso en prisión, una vez prestó declaración en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3, de guardia cuando la Policía Nacional dio traslado de las diligencias abiertas de oficio para esclarecer los hechos de los que había recibido información, aunque no una denuncia formal. Los forenses de los juzgados tendrán que examinar a la menor de edad y a su hermana a fin de evaluar las secuelas que pueden sufrir derivadas de la actuación de su padre, informe que ayudará a corroborar los testimonios de las hermanas.

El Juzgado tendrá que continuar recogiendo pruebas para determinar si imputa los dos delitos al acusado, que ingresó en la macroprisión de Topas el miércoles pasado, dada la gravedad de los hechos por los que se le investiga, castigados con penas de prisión de entre 12 y 15 años si, como parece y según el relato de las niñas, hubo penetración, dado el parentesco del agresor, padre de las víctimas.

Esta condición agrava las penas según el Código Penal. En este caso serían dos delitos, de acuerdo con lo manifestado por las afectadas, lo que debe determinar la juez a partir del informe de Fiscalía. La juez que mantiene las actuaciones en secreto por el tipo de delito, que atenta contra la libertad sexual de las dos hermanas y que afecta a una menor de edad.