El músico Víctor Antón presenta el primer disco de la formación de jazz que capitanea mañana jueves en una sala de la ciudad.

-¿Cómo nace Víctor Antón Group?

-Nació en el Centro Superior de Música del País Vasco, uno de los pocos sitios, con Barcelona y Pamplona, donde se imparte la especialidad de grado superior de jazz. Yo he estudiado allí y en los dos últimos años compuse los temas y surgió la idea de juntarnos y tocarlos. He contado con los compañeros y amigos con los que mejor conecto, por lo que fue muy sencillo poner en marcha la formación. Hicimos unos cuantos conciertos para rodar un poco y luego ya grabamos el trabajo.

-¿Por qué se caracteriza el álbum titulado "Motion"?

-Los temas y arreglos originales de este proyecto se nutren del jazz tradicional y el lenguaje del bebop, pero a la vez busca ingredientes nuevos que entroncan directamente con el jazz más contemporáneo e incluso con fusión y el rock. Nuestro formato es el tradicional de jazz, es un quinteto de jazz al uso. Aarón Castrillo es el batería, Chuchi García es el contrabajo, Juan Sebastián, piano y teclados mientras que Josu Salegi es el saxo alto y saxo soprano y yo, el guitarrista y compositor.

-El concierto de Zamora se enmarca dentro de una serie de conciertos.

-Hemos hechos alguna serie de conciertos y ahora tenemos nuevas fechas. Era obligado pasar por el Ávalon Café de Zamora porque muchos lunes he participado en las jam session. En director el público verá mucha energía y queremos que en el escenario pasen cosas, pues el jazz es una música muy viva. Los temas son la excusa para interactuar entre los músicos. Lo interesante es ver cómo los músicos nos comunicamos e improvisamos. Además también lo presentamos en Benavente al día siguiente, 10 de febrero, en Blues Bar en un concierto solidario así como en unos clubes de jazz de referencia de España, como el Bogui Jazz de Madrid.

-¿Resulta complicado tocar en estos espacios?

-Es laborioso contar con fecha en esta sala porque cada semana tocan músicos fantásticos de carácter internacional, pero demostrando que tenemos un trabajo interesante, se logra. Actualmente no hay un extenso circuito de jazz, aunque estamos asistiendo a un pequeño resurgir.

-¿Por qué?

-Porque cada vez los músicos tienen unas mejores propuestas y como quieren dar a conocer su trabajo están haciendo que en algunas salas donde no se programaba ya jazz, se esté apostado por hacerlo. No es como los 80 y los 90 del pasado siglo donde había muchas oportunidades de escuchar buen jazz, de hecho yo recuerdo el ciclo que respaldada Caja España que me brindó la oportunidad de ver a grandes músicos por tres euros en Zamora.

-Alude a las jam session en las que ha participado como músico. ¿Qué importancia han tenido en su formación?

-Como músico han sido fundamentales porque como aprendí muchísimo en las que sesiones que participé. Cada lunes tocaba un repertorio distinto con mis compañeros. Además supone enfrentarte a una situación real con público, lo que es básico. Como aficionado creo que es una suerte poder disfrutar de estos conciertos cada lunes en Zamora, un día de la semana donde no hay mucha oferta. Además es una manera de apoyar a los músicos locales.

-Las noches de jazz en Viriato se han convertido ya en una cita estival obligada.

-¡Por supuesto! Creo que debería de continuar. No sé si la fórmula debería de ser la misma, quizá sería interesante incluir además de conciertos apostaría por talleres o masterclasses para músicos. Acercaría al público cosas ligadas a la tradición del jazz.

-Usted sigue en contacto con músicos de Zamora. ¿Qué radiografía hace del panorama actual?

-Existe un gran talento. Hay una gran emergencia de formaciones en los últimos años. Zamora tiene unas características especiales los músicos se conocen, se respetan y se apoyan, algo que no pasa en otras ciudades. Además están el Ávalon y la Cueva del Jazz que, además de por otras bandas, apuestan por las locales. También se han organizado en Mubaza y cuentan con el apoyo d institucional, que es fundamental.