El consejero de Educación, Fernando Rey, confirmó ayer lo que venían temiendo todos los opositores de Secundaria que tenían planteado presentarse este año a las pruebas. Finalmente no habrá convocatoria para las 800 plazas que se habían ofertado en 2017 para Castilla y León. Un jarro de agua fría no solo para los que se iban a examinar, sino también para los profesores interinos de la región.

Los sindicatos de educación lamentaron esta noticia y calificaron de "frustrante" la situación que se presenta. Desde CSI-F, Rosa María Herrero aseguró que se trata de un auténtico "revés" para una de sus reivindicaciones más antiguas, la de la desaparición de las tasas de interinos. "Estamos inmersos en un compromiso de pacto de Estado por la Educación y este es uno de nuestros puntos más importantes", recordó.

Durante todo este tiempo, las tasas de interinos en Castilla y León han ido creciendo, al haberse realizado tan solo unas oposiciones de Secundaria -las de 2015- desde 2010. Una situación "que no ayuda a dar un servicio de calidad en las aulas y que frustra a todos aquellos profesionales que se están preparando", reconoció Herrero, quien rechazó la justificación por parte de la consejería de Educación de la no existencia de Presupuestos Generales del Estado para no poder convocar oposiciones. "No es una respuesta, porque la educación es algo de interés público y se trata de un aspecto fundamental, más todavía en Secundaria, cuando ya se orienta la profesionalidad de nuestros alumnos", indicó. "De esta manera, no se puede potenciar la enseñanza pública", añadió.

Por su parte, desde el sindicato Aspes, Miguel Álvarez argumentó que esta paralización "provocará un auténtico colapso" de aspirantes a profesores de Secundaria. "Hay promociones enteras que todavía no han tenido ni siquiera esa oportunidad", denunció.

Desde la consejería de Educación se asegura que la oferta de las 800 plazas se acumulará en las oposiciones de 2018, pero Álvarez apostó por que, con estas perspectivas, se pudiera poner en marcha, "al menos una rebaremación de las listas de cada especialidad para que estos profesores puedan sumar puntos y optar a mejores puestos", sugirió.

"En Secundaria, además de una tasa de interinidad muy alta, también se cuenta con muchos profesores que están a punto de jubilarse y si las plazas se cubren con interinos, habría que regular al menos su situación, para que no tengan esa incertidumbre de dónde impartirán clase cada año", indicó. "El máximo problema y los principales afectados de todo esto son los opositores", remarcó.

Para ambos sindicatos, esta situación de la no convocatoria de oposiciones "solo dará como resultado plantillas envejecidas e interinos frustrados por no lograr una plaza".