El apicultor procesado por sustraer colmenas de varias explotaciones, algunas localizadas después en la suya, puntualiza que en ningún momento cometió un robo, sino un hurto, "sin mediar ni fuerza en las cosas, ni violencia o intimidación en las personas", como se indicó en la información recogida por este diario. Asimismo, precisa que "desde un inicio se ha admitido por el acusado el hurto de las colmenas y que en el procedimiento se reclama únicamente por parte de un matrimonio de apicultores de Extremadura 200 colmenas". Ademas, "la Guardia Civil recuperó las colmenas que fueron cogidas de sus asentamientos". La Fiscalía solicita seis meses de trabajos por hurto continuado.