Nueve de cada diez pueblos de la provincia están en serio riesgo de extinción a medio y largo plazo. Son todos lo que tienen menos de mil habitantes a fecha del cierre de 2016, el 92% del total según el informe "Población y despoblación en España 2016" elaborado por la Federación Española de Municipios y Provincias, la FEMP. En realidad, son todos salvo la capital, Benavente, Toro, Morales del Vino, Villaralbo, Moraleja del Vino, Fuentesaúco, Villalpando, Puebla de Sanabria, San Cristóbal de Entreviñas, Fermoselle, Galende, Alcañices, Santa Cristina de la Polvorosa, Bermillo de Sayago, Coreses, Corrales del Vino, Santibáñez de Vidriales y Morales de Toro.

"Los resultados que se recogen en este informe confirman una triple realidad: de un lado, la crisis demográfica de conjunto en la que está inmersa España; en segundo lugar, la cada vez más crítica situación de las provincias más azotadas, desde hace décadas, por la despoblación", entre ellas Zamora, que fue la que más población perdió en 2016; "y, en tercer lugar, la cada vez más preocupante situación de las áreas rurales, castigadas por el éxodo rural, por la falta de renovación generacional, por una pérdida continua de habitantes y un envejecimiento de sus censos".

Se trata de una realidad, apunta la FEMP, "de conjunto que evidencia un problema sociopolítico de primer orden, el de la crisis demográfica -y en particular la despoblación de las áreas rurales- que requiere de la aplicación de urgentes políticas de Estado. Que más de 4.000 municipios españoles, más de la mitad de todos los que hay en el Estado, se encuentren actualmente en un riesgo más o menos severo de extinción a medio o largo plazo es uno de los datos que avalan la consideración de este problema como una cuestión de Estado", apostilla la Federación de Municipios y Provincias.

Por lo que respecta a Zamora, los 181.278 habitantes de 2016 son 2.896 menos que los 184.174 de un año antes, de acuerdo con los datos de la FEMP. Esto equivale a una pérdida poblacional del 1,57% en tan solo doce meses, el peor dato del país. A Zamora le siguen, por este orden, Ávila (-1,24%), Orense (-1,22%), Ciudad Real (-1,11%), León (-1,10%), Teruel (-1,06%), Segovia (-1,05%), Soria (-099%) y Salamanca (-0,97%). Entre las nueve provincias que más población pierden hay seis de Castilla y León, dato que muestra forma inequívoca que la despoblación afecta mucho más a la región que a otros territorios del país.

Solo Guipúzcoa, Gerona, Álava, Navarra, Sevilla, Alicante, Murcia, Santa Cruz de Tenerife, Almería, Las Palmas, Málaga, Baleares, Barcelona y Madrid han logrado incrementar -en mayor o en menor medida- su censo demográfico durante el último año. Los mayores aumentos -en porcentaje- se han producido en las Baleares y en la Comunidad de Madrid.