La sangría laboral de Zamora no cesa. Es más, se acrecienta con el paso del tiempo. Aunque la economía empieza a despertar, lo cierto es que las empresas de la provincia se muestran incapaces de ocupar a los desempleados de Zamora, situación a la que se añaden los autónomos que no ven la provincia como el mejor escenario para emprender una aventura empresarial. Así las cosas, los últimos datos elaborados por el Servicio Público de Empleo Estatal -SEPE- resultan dramáticos para la provincia. El saldo de movilidad de Zamora durante los tres primeros trimestres del año pasado, entre enero y septiembre de 2016, fue negativo en 5.898 personas. No quiere decir esto que todos estos zamoranos hayan cambiado su residencia en este periodo, porque muchos encuentran empleo en provincias limítrofes. Lo que evidencia es que, para ganar su sueldo, tienen que superar los límites de la provincia. En el mismo periodo del año 2015 el saldo fue negativo en 3.707 personas, una cifra que, aunque alta, se queda muy corta si se la compara con la del año 2016.

Más al detalle, durante los nueve primeros meses del año pasado las empresas de Zamora firmaron 5.047 contratos laborales a personas empadronadas fuera de la provincia. En el mismo periodo de tiempo, el camino inverso se realizó en más de 10.000 ocasiones. El SEPE habla en todo momento de contratos, por lo que puede ser que una misma persona haya encadenado varios acuerdos laborales que aumentan la estadística, algo que no maquilla lo delicado de la situación.

Ningún sector se salva de la quema. Sin embargo, hay diferencias entre los negocios de uno y otro tipo. Los trabajadores que encuentran ocupación en el sector servicios, el que más empleo genera en Zamora y en el resto del país, registran el número más alto de contratos fuera de la provincia. En el extremo opuesto está la construcción, que emplea a menos gente y que tiene índices más reducidos. Con estos mimbres, Zamora registra una tasa de movilidad del 18,96% a finales del tercer trimestre del año pasado.