El centro de acogida Madre Bonifacia da cobijo y manutención a 67 personas. Además, desde principios de diciembre, con el objetivo de acercarse a la población sin hogar que permanece en la calle y que no acude voluntariamente a los recursos existentes, Cáritas Diocesana realiza un seguimiento diario de las personas que pernoctan y deambulan en las calles de la ciudad. Para ello, la organización dispone de un técnico del centro de acogida que se dedica en exclusividad a recorrer las calles de la capital para contactar con estas personas.

La casa de acogida, propiedad de Cáritas Diocesana de Zamora, es a día de hoy el único centro especializado en la atención social a este colectivo. Tras esta intervención en la calle, las personas que lo desean pueden acudir a las instalaciones y, en el caso de que la capacidad esté cubierta, Cáritas asume los costes de un hospedaje en la ciudad. Las personas que precisen de este servicio de Cáritas Diocesana de Zamora pueden acceder a él a través de sus técnicos de atención primaria. La Policía Municipal, conocedora de este recurso, deriva directamente a cualquier persona que lo necesite, a cualquier hora del día y durante todo el año.