El agua de las fuentes amaneció ayer helada a consecuencia de las gélidas temperaturas que ha registrado la capital en las últimas horas. Es el caso de la fuente de San Martín, donde ayer los niños jugaban con palos para intentar atravesar el carámbano. Lo mismo ocurría en el arroyo de Valorio, que cada año de heladas acaba congelado durante días hasta que el sol aprieta de nuevo. Las explanadas de parques y zonas verdes también han experimentado las heladas, especialmente visibles en los campos que rodean los entornos de Vista Alegre, el río Duero, Olivares o las salidas de la capital, al igual que ocurrió tras despedir el año.