La falta de usuarios en los telecentros de los pueblos de la provincia ha provocado el cierre de todas las instalaciones de la provincia. Si en el año 2010 más de 80 municipios contaban con este servicio, los últimos cuatro supervivientes han echado el cierre dado que apenas tenían usuarios. Los telecentros son locales con equipos informáticos y conexión a Internet mantenidos por la Diputación Provincial de Zamora, de acceso público y gratuito para sus vecinos. Su implantación se puso en marcha hace más de una década, aunque apenas uno de cada diez habitantes de los pueblos donde se implantaba el servicio hacía uso de estos ordenadores.

La Diputación Provincial era la encargada de asumir el mantenimiento de los denominados telecentros que contaban ya con equipos desfasados. La aportación de la institución desapareció de los presupuestos el pasado ejercicio ante el desuso generalizado de los locales. En los cuadros económicos de la Diputación de los ejercicios anteriores figuraban 10.000 euros para su mantenimiento y, en el caso de 2015, alrededor de 60.000 para la inversión de nuevos equipos informáticos, una consignación económica que ya desapareció de cara a 2016 ante la única existencia de cuatro centros. Villalpando era uno de los pocos que funcionaba aunque la utilización de los ordenadores en estos centros era apenas significativa. El programa arrancó en el año 2004 para cubrir una demanda que hoy en día ha quedado obsoleta ante la existencia de Internet en los hogares y su acceso a través de los propios teléfonos móviles. Y todo ello a pesar de las zonas de sombra de Internet, que todavía posicionan a la provincia por detrás de la media nacional. Los últimos datos sitúan a Zamora entre las siete provincias del país peor paradas en cuanto al desarrollo de las tecnologías. La brecha digital sitúa a los vecinos zamoranos a la cola del ránking nacional, con nueve veces menos de líneas de fibra óptica por vecino que Madrid. Pese a no ser competencia directa de la Diputación, la institución ha trabajado en un mapa de sombras a través de entrevistas a ayuntamientos que ya está en manos de la Junta de Castilla y León, al ser competencia directa de la Administración autonómica y del Ministerio de Industria del Gobierno central.