Las entregas a cuenta representan un adelanto de la financiación estatal estimada para las entidades locales, según la previsión de ingresos para cada ejercicio, es decir, según la estimación que hace el Estado de la recaudación que tendrá en 2017 por IRPF, IVA e Impuestos Especiales. Las entregas se calculan según el modelo de financiación aplicable y atendiendo a los parámetros de población y capacidad fiscal de cada entidad local. Las entidades mayores, además, reciben una cesión de IRPF, IVA e Impuestos Especiales.

Transcurridos dos años de un ejercicio, y conocidos ya los ingresos reales, se calculan las liquidaciones correspondientes, que pueden dar lugar a saldos a ingresar a las entidades locales o a reintegrar por éstas, dependiendo de si la estimación que se realizó de los ingresos antes del ejercicio fue mayor o menor que los ingresos reales conocidos al cierre.

Las transferencias tienen como finalidad "dar cobertura a las diferencias existentes entre las necesidades de gasto de dichas entidades y los recursos que puedan obtener por sus propios métodos". Es decir, ya que la ley obliga a los ayuntamientos a hacerse cargo de una serie de competencias, el Ministerio de Hacienda "colabora" con las entidades locales de manera que cubre las necesidades de financiación que los ayuntamientos no puedan asumir.