El tiempo se mide en años, en segundos o en instantes, pero también en espacios, en historia y en lugares con esencia. Desde la creación de las diputaciones provinciales a finales del siglo XIX, la de Zamora ha ocupado sucesivos edificios como sedes administrativas cuyos espacios son los protagonistas del tradicional calendario de la Diputación de este recién estrenado 2017. El mítico almanaque pone rostro a través del objetivo del fotógrafo Pedro Ladoire a algunos de esos espacios de gran valor histórico de la provincia para dar continuidad a un calendario con solera que se remonta a 1984, cuando se editó el primer anuario de la Diputación Provincial.

El medidor del tiempo, que luce en numerosos centros de trabajo y hogares zamoranos, se reparte en las dependencias de la Diputación entre el público hasta agotar existencias y se envía a todos los ayuntamientos y colectivos sociales de la provincia zamorana. Entre sus páginas destaca la sede actual de la Diputación, el Hospital de la Encarnación, levantado en el siglo XVII y que conserva un patio central alrededor del cual se disponen todas las dependencias. Ese claustro tiene también su estampa en el calendario, como lo tiene también el nuevo edificio de oficinas de Las Arcadas, realizado en 2002 y ejemplo de la arquitectura contemporánea. Muy cerca se encuentra el antiguo Palacio Provincial, construido para este fin en 1881 y muy representativo de su tiempo. Su sala de comisiones, su salón de plenos y su acceso a la primera planta señorial son recogidos en el almanaque para dar a conocer a los zamoranos su patrimonio provincial. Junto al viejo palacio, el nuevo teatro: el Ramos Carrión, que conserva la fachada de principios del siglo XX tras su conversión en moderno complejo cultural. Septiembre ilustra el edificio recién estrenado. Otra gran obra de nueva factura es el recinto ferial Ifeza, también impreso en el almanaque, levantado en 1992. En su mismo entorno agrario se sitúa la granja de la Aldehuela construida en 1950 por la Obra Sindical de Colonización, con dependencias abovedadas que hoy alojan un vivero de empresas. El calendario del tiempo vuelve la mirada también a la vecina Ciudad de las Leyes a través del hospital de Nuestra Señora de las Angustias, un ejemplo de edificio barroco clasicista del siglo XVIII que hoy es la residencia toresana de personas mayores Virgen del Canto.

Romerías, pueblos, puentes, estaciones, bodegas, arquitectura popular y paisajes así como cielos, árboles, agua, colores, mascaradas, chimeneas o huertos han salpicado año tras año la temática del calendario de la Diputación. Un almanaque con 14.000 ejemplares a disposición del público que constituye todo un clásico de la institución provincial para que cada mes sea una ventana abierta a las joyas patrimoniales y arquitectónicas de Zamora.