Ni peleas, ni accidentes de tráfico reseñables ni actos vandálicos. "Tranquilidad y civismo". Con estas palabras hacía balance de la celebración de la Nochevieja y la entrada del año 2017 en Zamora capital, el concejal de Seguridad Ciudadana, el socialista Antidio Fagúndez. "Queremos agradecer a los ciudadanos, desde el Ayuntamiento de Zamora, el comportamiento cívico de los ciudadanos, el que no haya habido ningún incidente", subrayaba Fagúndez. Y apuntaba, como únicas notas discordantes de la madrugada, dos accidentes de tráfico en la Plaza de Alemania a las 24.30 y las 1.30 horas de ayer, en los que no hubo ni daños materiales ni personales.

A las 8.00 horas se registraba otro accidente sin que el joven conductor y único ocupante resultara lesionado, si bien fue denunciado por la Policía Municipal porque superaba en 0,70 la tasa de alcoholemia. El siniestro se produjo cuando el joven, que abandonaba la capital, se salía de la calzada en la rotonda intermedia entre el centro comercial Valderaduey y la del Sancho y colisionaba contra una señal de tráfico y una farola.

La Policía Municipal hacía tiempo que no recordaba una Nochevieja tan "pacífica", en la que los bomberos de la capital no tuvieron que realizar ningún servicio para apagar contenedores, como ya venía siendo práctica habitual. El mobiliario urbano, como papeleras o banco, tampoco sufrieron ningún percance, destacó Fagúndez, quien insistía en la conducta ejemplar de los ciudadanos en una madrugada en la que los excesos y la diversión venían causando estragos en el mobiliario urbano existente.

Bien es cierto que la intensa niebla pudo influir en un resultado totalmente positivo en cuanto a la carencia de actos vandálicos y enfrentamientos. "Las calles estaban desiertas", agregaba el edil, "no había ni tráfico" por la escasa visibilidad. Tampoco se atrevió nadie con el botellón, "la Policía Municipal no detectó ninguno", lógico con temperaturas de hasta cinco grados bajo cero. Por no haber, ni había gente fumando fuera de los establecimientos hosteleros, que recuperaron los cotillones y los bonos de consumo para estas fiestas nocturnas de Navidad.

Los empresarios del sector hicieron caja en una noche en la que pudieron colgar el cartel de lleno en muchos casos, "con un ambiente muy sano, sin conflictos", apuntaban algunos dueños de pubs consultados por este diario. De nuevo, se destaca la armonía y la inexistencia de conflictos con la que transcurrió la madrugada festiva, a pesar del gran número de clientes que desafiaron al frío y la niebla para salir de sus cálidos hogares, despedir al año 2016 y dar la bienvenida al 2017.

Los zamoranos comenzaban a festejar el año nuevo pasadas las doce y cuarto de la noche, tras las tradicionales campanadas, cuando ya resultaba imposible encontrar un taxi disponible para trasladarse al centro de la capital o al casco antiguo para acudir a pubs y discotecas. Entre esa hora y las 2.00 horas, los taxistas que estaban en servicio eran incapaces de atender toda la demanda, de modo que no pocos tuvieron que esperar casi dos horas para poder salir de sus casas y unirse a la fiesta sin pisar la calle, en una noche fría y desapacible.

La Policía Municipal y los bomberos pudieron dar la bienvenida al año 2017 sin pasar por una noche de servicio agetreada, como en otros ejercicios ha sucedido, incluso en la Nochebuena pasada, cuando hubo que lamentar el suceso con un herido grave por agresión con arma blanca. El Ayuntamiento de Zamora redobló la plantilla de agentes que habitualmente suele trabajar durante las noches para garantiza la seguridad en las calles de la capital, por lo que Fagúndez quiso "agradecer" su trabajo, así como de los bomberos, que también estuvieron toda la noche pendientes para intervenir con la mayor prontitud posible en caso de necesidad.

Muchos zamoranos terminaban la fiesta con el tradicional chocolate con churros o en las discotecas que abren hasta bien entrada la mañana, de modo que todavía a las 12.00 horas se podía ver a algún noctámbulo por las calles de camino a sus casas tras una larga noche de diversión.