La Policía Nacional, tras varios días de investigación, han logrado la identificación de un varón que apareció en un descampado cercano a la ciudad de Zamora, sin signos de violencia y que, por determinadas circunstancias, el proceso de putrefacción del cuerpo se había visto interrumpido conservando el cadáver en buen estado.

Todo comenzó cuando un ciudadano que salió a pasear se desvió de su trayectoria habitual y se encontró de pronto en un camino poco transitable a las orillas del margen izquierdo del río. En el lugar y en una pequeña hondonada poco visible, de pronto divisó lo que parecía el cuerpo de una persona que no se movía y que al acercarse pudo comprobar que su cabeza no tenía masa ni pelo. Se encontraba boca arriba, vestido únicamente con una camiseta de tirantes, unos calzoncillos y unos calcetines negros.

La dentadura del cadáver momificado estaba formada por implantes y, como objetos personales, portaba únicamente un reloj y dos cadenas. Estas eran las únicas pistas que se encontraron en el lugar de los hechos los investigadores.

Con estos tres detalles, los agentes agotaron todas las líneas de indagación hasta que pudieron dar con la identidad de la persona fallecida, un varón natural de Zamora, de 53 años, que se sentó a la sombra de un árbol cuatro meses antes de que el cuerpo fuera encontrado de forma casual.

Los análisis de ADN cotejados con los padres del finado confirmaron la hipótesis policial.