Un país que acoge con los brazos abiertos a los inmigrantes y que ha sido sacudido por la barbarie. Así lo sienten varias zamoranas a las que Alemania también ha recibido profesionalmente y que el lunes se acostaban con el miedo en el cuerpo, tras conocer la terrible noticia de que un camión había arrollado a varias personas en uno de los mercados navideños más céntricos de la capital alemana.

"Yo llegaba en autobús de Hamburgo cuando un amigo me contó lo que acababa de suceder por el móvil. Sinceramente, no me gusta ponerme nerviosa por este tipo de sucesos, más todavía cuando todo es pánico y todavía no se sabe lo que realmente ha ocurrido", recuerda Paola Calvo, una cineasta que lleva residiendo en Berlín desde hace ya una década.

Parte de la noche se la pasó "tranquilizando" vía Whatsapp a su familia en Zamora. "Los medios sociales estaban muy alterados, lo que ha ocurrido es algo horrible y es verdad que el mundo está loco, pero hay que saber qué ha ocurrido realmente", argumenta esta zamorana, quien vive lejos del centro de la capital, en un barrio turco "muy moderno y donde hay muchos musulmanes, pero donde apenas se siente la presencia de la policía. Eso se ve mucho más en las zonas turísticas", compara.

Recién aterrizada en España para pasar las navidades en familia se enteró Laura Campo de lo ocurrido en Berlín. "Cuando llegué a casa me conecté a la televisión y a Internet para saber lo que había pasado", apunta. Tras dos años y medio viviendo en Alemania, esta profesora defiende una ciudad "plural, donde personas de diferentes culturas saben estar en convivencia pacífica. Los barrios turcos además están muy de moda y nunca he visto ningún problema", describe. Por ese motivo "me da todavía más rabia, al saber que hay muchos intereses políticos detrás de este tipo de atentados, porque con todo esto solo se ayuda al auge de los partidos de extrema derecha".

En este sentido, apunta que si finalmente el autor de esta matanza es una persona que estaba en Berlín por asilo político "será un duro golpe para Alemania, porque esta ciudad ha realizado una inmersión total con los refugiados y sería algo negativo tanto para los inmigrantes como para las personas que trabajan con ellos cada día", razona.

Sobre el lugar del atentado, la zamorana, que vive a media hora en metro de allí, señala que es un sitio "emblemático" de Berlín. "Todo el mundo lo conoce, es una zona comercial y su mercado navideño es uno de los más visitados", describe. A pesar de lo ocurrido, defiende que esta capital "siempre ha sido una ciudad muy segura y la policía hace su labor sin llamar la atención", valora.

A 600 kilómetros de Berlín vive Cristina del Estal. Después de medio año en Aachen, -"una ciudad muy parecida a Salamanca, repleta de estudiantes", compara- apunta que los alemanes "tienen un gran trauma desde el fin de la II Guerra Mundial y son muy benevolentes con otras culturas. Son muy discretos y solidarios y siguen permitiendo los guetos". Una realidad que contrasta con "el auge de los partidos de extrema derecha", lamenta.

Sobre la seguridad en las calles, reconoce que ha aumentado en los últimos meses. "Mi hijo estudia en un colegio cerca del mercado navideño que han puesto en la ciudad y la presencia policial es exagerada, al igual que personal de seguridad. No sé qué más se puede hacer para evitar estos atentados", finaliza.