"Siempre que me presento a alguna chica le digo: Hola, me llamo César, soy tu matrona". Profesión tradicionalmente femenina, en el oficio de matrona, como en general en toda la enfermería, la mujer sigue siendo mayoritaria, aunque también hay hombres como César, con toda la barba, que ayudan a las parturientas a traer al mundo a sus bebés. El de la frase es César Nieto, de 38 años, que era uno s de 883 opositores que participaron ayer en las aulas del Campus Viriato en los exámenes que dan opción a una de las 19 plazas convocadas (17 por el turno libre y dos por el de discapacidad).

César Nieto llegaba desde Vigo, acompañado por César López, de 34 años y otro gallego, Xiao López, de 31 años, de El Ferrol. Para presentarse a las pruebas de matrona es necesario haber cursado el grado de enfermería y después haber hecho el EIR (enfermera interno residente) en la especialidad de obstetricia y ginecología. "Nos llamaríamos matrón", dicen los chicos quienes llevan también con orgullo en nombre de matrona. "El numero de plazas es muy limitado en toda España y tienes que venir a todos los sitios donde puedas si quieres tener cierta estabilidad en el trabajo", relata César. Su tocayo asiente: "Hacemos turismo opositor, donde se convoca tu vas y de paso haces un poco de turismo y comparas la gastronomía local entre comunidades. Aquí hemos probado el bocadillo de Calimero, buenísimo".

Efectivamente, un examen de oposición como el de ayer supone una verdadera inyección económica para la ciudad, ya que el que más o el que menos ha tenido que coger un hotel y aprovecha para conocer la ciudad. Eso sí, lograr plaza no es fácil, como decía la soriana Marta Lobera, de 34 años, que al igual que los gallegos tiene empleo, aunque no estable. "Ahora estoy en un centro de salud de Soria", explica, lo mismo que los César, uno ocupando una vacante y otro "con contratos basura, de mes y medio, paro, un mes, te vas al paro, cinco días, y así". Xiao López trabaja de enfermero, no de matrón. El mismo problema tenían las madrileñas Alicia Rodríguez, de 26 años a quien "me cuesta encontrar trabajo" y María Nieto, de 30 que sí lo tiene, pero de enfermera, no de matrona.

La de matrona, dice Marta, "es una profesión vocacional y bastante agradecida porque trabajas en una etapa de la vida de las mujeres muy especial". Coincide César Nieto: "En general la sanidad es vocacional porque si no, no aguantas. Porque no todo es idílico y en los partos también pasan cosas, como es lógico. Hay un tema vocacional y llegar hasta aquí no es fácil", ya que la de matrona es la especialidad más demandada.

Mientras tanto, en Valladolid, 382 zamoranos se examinaban para las pruebas de selección de los 42 empleos fijos que Correos oferta en la Comunidad. Había más de seis mil aspirantes a cartero.