"Los cubanos deberían salir a la calle con palos y cazuelas a pedir democracia a gritos". Moraima Torres, quien lleva más de veinte años en Zamora, asegura sentir "vergüenza de los compatriotas que son tan miserables de llorar la muerte del comandante". Así de rotunda es esta cubana que, desde la distancia, califica el gobierno de Castro "como una auténtica dictadura". y aunque países cercanos como Venezuela también viven en una situación precaria, "al menos ellos salen a la calle, pero en mi país es imposible, la policía y el ejército lo controlan todo", describe.

A pesar de ello también sabe valorar la apertura al mundo, en el plano educativo, de la que disfrutó el país. "En los sesenta podíamos estudiar en universidades de Alemania o Rusia y además instauró la seguridad social", agradece. Pero aun así, lo que más lamenta es que "no se haya sabido abrir al cambio político. Se convirtió en un auténtico dictador. De hecho, yo no he vuelto a mi país porque no estoy de acuerdo con la política que lleva el gobierno y no quiero participar de ninguna manera en su sistema", sentencia. Un sistema "que deja en la más absoluta pobreza a la mayoría de la población", añade.

Por su parte, Rafael López -nombre ficticio de otro residente cubano en Zamora, lo que demuestra que aún muchos tienen miedo de hablar de Castro a pesar de los kilómetros de distancia- sospecha incluso de que esta sea la fecha real de su fallecimiento. "Creo que han elegido el momento idóneo para anunciarla". También denuncia lo precario de la economía de su país de origen. "El gobierno nunca se ha preocupado por incentivarla, por ejemplo a través del turismo", sugiere. "No hay evolución en el país porque a los poderosos no les interesa. Nada va a cambiar, y menos ahora con Donald Trump en Estados Unidos", advierte. "El patrón del socialismo hace años que no se cumple en Cuba", añade.

Por último, la joven Ana Mateu, zamorana hija de cubano, entiende que haya mucha gente "que esté feliz" aunque no cree que el cambio a la isla llegue con esta muerte "porque en el poder está su hermano, que tiene la misma mentalidad e ideas". Su madre, quien ha viajado en numerosas ocasiones a la isla, añade que Fidel Castro "ha sido una figura emblemática y muchos recuerdan una etapa muy bonita de los primeros años de su mandato, con los grandes beneficios en cultura, educación o sanidad, por eso hay gente que todavía allí le adora. Se ha muerto una figura clave del comunismo, pero no habrá cambio", finaliza.