A tan solo unas horas de la emisión de Pesadilla en la cocina, la curiosidad por los avatares del programa rodado hace ahora un año en Zamora es máxima. Los vídeos adelantados por La Sexta han logrado el habitual objetivo de captar el interés de la audiencia en torno a los problemas del restaurante de turno. Lo que no esperaban los zamoranos es que el espacio viniera acompañado también de la polémica. De los detalles conocidos en los últimos días, ha sido un tuit publicado en la cuenta oficial de Pesadilla el que ha encendido la mecha: "Mañana (por hoy) por primera vez veremos cómo Alberto Chicote abandona un restaurante sin finalizar la apertura". Sin embargo, desde el entorno de la propiedad aseguran que el programa se grabó completo, incluido el clásico lanzamiento tras la reforma y la presentación de la nueva carta incorporada por el chef Chicote. Por eso, esta noche nos aguarda una Pesadilla? con suspense (22.30 horas): ¿habrá reapertura?

El misterio tiene que ver con el último día de rodaje, el viernes. Con la nueva decoración y una carta avalada por el cocinero madrileño, llega la oportunidad de relanzar el negocio y dejar atrás los problemas. Pero, ¿qué ocurre? Según ha trascendido, lo único que no verán los espectadores es la secuencia final, en la que Chicote se despide de la plantilla y les desea suerte. Esta vez lo hará de forma individual y la "testaruda" dueña de la que habla La Sexta no estará presente.

Y si polémico ha sido el ya célebre tuit, lo que más habría molestado los dueños del restaurante es la afirmación que el programa realiza sobre despidos del personal: 25 en tres meses. Lo más chocante es que es el propio cocinero quien aparece en las primeras imágenes haciendo tal afirmación: "Aquí ha habido temporadas en que Sole ha tenido 25 personas y a las 25 personas las ha largado". Desde el entorno de la propiedad, niegan tajantemente que tal extremo se haya producido y se sostiene que la plantilla es la misma en los dos últimos años. Acerca del cocinero, achacan el comentario a la dinámica del programa y sostienen que ni el propio empleado se reconoce en esas imágenes.

Pero además, el paso de Pesadilla por Zamora ha dejado algunas otras curiosidades. No es la primera vez que los propietarios de un local están en desacuerdo con las reformas practicadas. Uno de los casos más recordados (y de no muy lejana geografía) fue El Yugo de Castilla, cuyo dueño fue extraordinariamente crítico por cómo Chicote le había dejado la bodega. Es sabido también que Antonio, el explosivo cocinero de una taberna en El Rocío (Huelva), eliminó la renovación decorativa incorporada por el equipo de Pesadilla. En el local zamorano, podrían no estar demasiado contentos con las "secuelas" dejadas por la nueva decoración, que además habría sido más liviana de lo esperado.

Pero como Chicote no ha dejado de sorprender en estas casi cinco temporadas de rescate de restaurantes en problemas, el cocinero de Top Chef habría vuelto a llamar al local situado frente a la iglesia de San Juan. ¿El motivo? Celebrar uno de esos reencuentros en los que el cocinero comprueba si el restaurante ha seguido o no sus consejos. Después de todo lo ocurrido, es fácil imaginar la respuesta que recibió el televisivo cocinero de Pesadilla.