El desfase entre ingresos y gastos de la Seguridad Social en Zamora, por lo que refiere a cotizaciones y pensiones, ascendió a 186,2 millones de euros durante el año pasado, según los datos proporcionados por el Instituto Nacional de la Seguridad Social a la agencia Ical. La estadística muestra que los cotizantes ingresaron al sistema 255,7 millones durante el año pasado, pero que en el mismo periodo se gastaron 441,9 millones en las diferentes pensiones que costea el sistema público. Afortunadamente para Zamora el sistema es solidario, es decir, se compensa con otras regiones en las que el déficit es más bajo o no existe. Además, es destacable que en Zamora solo hay 1,16 trabajadores por pensionista, una de las cifras más bajas de la comunidad autónoma y del país.

El debate sobre la sostenibilidad de las pensiones vuelve a estar sobre la mesa tras reconocer el Gobierno que sólo hay "hucha" para un año. El desplome del número de cotizantes durante la crisis, la rebaja de las cotizaciones por la precariedad laboral unido a un crecimiento constante del número de perceptores obliga a las autoridades a una nueva revisión del modelo, que arrancará con la reunión del Pacto de Toledo el próximo día 22.

Los expertos destacan que para poder afrontar el futuro con garantías es preciso que haya por cada pensionista al menos 2,5 afiliados a la Seguridad Social. Al respecto, las cifras estadísticas son reflejo del problema y en Castilla y León apenas se contabilizan 1,4 cotizantes por cada pensionista, según los últimos datos de octubre, cuando había 896.474 afiliados y 606.845 perceptores de prestaciones contributivas. Ese dato es peor que el nacional, donde hay 1,9 cotizantes por pensionista.

Los años de crisis, con la expulsión del mercado laboral de miles de trabajadores, y el envejecimiento poblacional junto a una cada vez mayor esperanza de vida, agravaron un problema que siempre ha estado presente en la comunidad. Y es que en 2008, el primer del ciclo recesivo, el ratio de cotizantes sobre pensiones estaba en Castilla y León, en 1,7; mientras que en España alcanzaba el 2,2. Las cifras absolutas explican la debacle. Castilla y León perdió 83.000 afiliados entre octubre y el mismo mes de 2008; y España 1,1 millones; mientras que la comunidad sumó 27.000 pensionistas; y el conjunto nacional, un millón.