Hace un cuarto de siglo, la Penitente Hermandad de Jesús Yacente celebraba los cincuenta años de vida. Entonces, la cofradía celebró los viacrucis cuaresmales y rindió visita al papa Juan Pablo II con el sacerdote Juan Encabo como hermano mayor. Ha pasado el tiempo, algunos de aquellos protagonistas ya no están, pero el ritual se repite. Un joven músico, Juan María Pedrero Encabo, fue el encargado de tocar el órgano en aquella ya lejana fecha. El próximo sábado, el sobrino del antiguo responsable de la hermandad volverá a hacer sonar las notas del órgano, esta vez, en la Catedral, dentro de los actos que ponen fin al 75 aniverario.

De ahí que el Yacente haya llamado a los hermanos, sus familias y los fieles zamoranos en general para esa especie de funeral que se conmemora en el templo mayor. El organista Juan María Pedrero abrirá el ceremonial (19.00 horas) y acompañará posteriormente la celebración de la eucaristía.

"Mis vínculos con la hermandad son profundos: soy hermano, salí por primera vez hace ya 30 años y también acompañé al órgano los actos del 50 aniversario", apunta el músico. Aquellos actos tuvieron lugar entonces en la iglesia de San Torcuato, templo del que fue titular su tío. "Para mí, por tanto, tiene un significado profundo y muy emotivo", reconoce.

El programa del concierto estará formado por grandes obras de la literatura organística "muy adecuadas", afirma Pedrero Encabo. Se incluyen piezas como la monumental Passacaglia de Bach; la Sonata VI de Mendelssohn; el Segundo Coral de César Franck y como conclusión, un tema de Charles Tournemire. Tras el concierto, la misa estará armonizada con corales de Bach, y también una pieza del que fuera maestro de capilla de la Catedral de Zamora, Gaspar de Arabaolaza.