La escritura desde la Prehistoria hasta el momento actual la conocieron más en profundidad los 26 alumnos de 5º de Primaria del CEIP Morales del Vino que ayer participaron en la novedosa visita conjunta organizada este curso escolar, por primera vez, desde el Museo de Zamora y la Biblioteca Pública del Estado.

El itinerario comenzó en las dependencias del Provincial, donde los escolares, a través de las distintas salas del espacio cultural, conocieron el origen y la evolución de la escritura, desde detalles como que en la Prehistoria, cuando no existía la grafía, transmitían informaciones sobre su manera de vivir con representaciones artísticas en grabados o decoraciones cerámicas hasta el origen del alfabeto castellano, que proviene del latino. Luego, repartidos en equipos, analizaron detenidamente lápidas funerarias romanas, una labor en la que hasta utilizaron lupas para ver mejor cada uno de los caracteres tallados en la piedra. "Ha sido complicado ver qué ponía porque algunas letras estaban algo borradas por la erosión", comenta el niño Diego Montoro.

En la Edad Media los alumnos de Morales del Vino descubrieron el Beato de Tábara para a continuación realizar la actividad del códice medieval. Y es que situados alrededor de una mesa los menores cogieron una pluma y con tinta china escribieron su nombre en letras góticas guiándose por una serie de guías distribuidas entre los tinteros. "Nunca había escrito con una pluma y tinta. Es algo muy curioso y nada fácil", certifica Alejandro Barrios.

"De la imprenta a la era digital" supone el nombre del recorrido efectuado durante algo más de una hora en la Biblioteca Pública. En ella los escolares, guiados por el técnico Daniel Fernández, realizaron un repaso por la escritura a mano o la historia de la piedra Rosetta y los jeroglíficos, "que muchos piensan que son pictogramas pero es un error que cometemos porque la mayoría son fonogramas", explica el profesional en la sala infantil.

Los muchachos profundizaron también en la imprenta y tuvieron a su alcance volúmenes que habitualmente no están a disposición del público, los incunables. Pudieron observan de cerca un concilio de 1511, en su caso un facsímil, y un libro de galeno de 1597. Pese a la singularidad de ambos tomos la atención de la nueva generación recayó en una máquinas de escribir, otra eléctrica y una tercera electrónica, que casi ninguno había visto, y que mucho teclearon con mucha curiosidad, como Shaila Méndez, en la última fase de la visita, un recorrido que concluyó con una aproximación al ebook y la tableta, soportes con los que estos lectores están muy familiarizados.

Los recorridos conjuntos, que están teniendo una buena acogida entre los centros educativos, "son una extraordinaria iniciativa y además son propuestas que complementan lo estudiado por los niños", subraya la docente María Vasco que enfatiza que "dada la cercanía de ambas instituciones es muy interesante porque aprovechamos toda la mañana y los niños refuerzan los conocimientos porque asisten muy motivados".