En torno a doce mil zamoranos sufren apnea del sueño, según las estimaciones de prevalencia calculadas de acuerdo al tipo de población de la provincia. La apnea obstructiva del sueño es un problema que ocurre cuando la respiración se detiene mientras la persona está durmiendo, debido a que las vías respiratorias se han estrechado o bloqueado parcialmente. El ronquido fuerte puede ser un síntoma de aviso de apnea, porque puede indicar que existe una vía respiratoria estrecha o bloqueada, aunque no siempre las personas que roncan significa que sufran esta enfermedad.

Sufrir apnea significa dormir mal, lo que produce en las personas que la padecen sensación de somnolencia durante el día, e incluso quedarse dormidos mientras trabajan, leen, ven la televisión o incluso mientras conducen. Además puede producir otros síntomas, como dolores de cabeza o depresión.

En Zamora existe una consulta, de Neumología, para realizar los estudios de apnea del sueño y realiza unos 500 al año, según los datos a los que ha tenido acceso este diario. La existencia de una gran cantidad de potenciales pacientes que no llegan a la fase de diagnóstico es uno de los problemas que existen, junto a la abultada lista de espera para este tipo de estudios del sueño, ya que la demora se sitúa en estos momentos en torno a los siete meses, a los que habría que sumar dos más para contar con los resultados.

El gerente regional de Sacyl, Rafael López, en su última visita a la provincia, hace un mes, precisamente para asistir a un foro sobre Neumología, indicó que los estudios de apnea del sueño "son muy programados, no se hacen muchos y se realizan cuando se necesitan". Efectivamente, se trata de unos estudios muy específicos, por lo que la lista de espera para este tipo de pruebas no es trasladable al resto de las consultas de Neumología, que mantienen una demora aceptable.

Las apneas del sueño suelen ser más frecuentes entre los hombres que entre las mujeres. La edad más frecuente de aparición del trastorno se sitúa entre los 40 y los 70 años. La obesidad puede ser uno de los factores que ayude a la aparición del problema, porque obstruye las vías respiratorias, junto con otros problemas, como las amígdalas o el consumo de alcohol y medicamentos.