El equipo de Gobierno ha analizado las consecuencias que esta decisión del Tarccyl de declarar nulo el contrato de la ORA puede acarrear al Ayuntamiento de Zamora. Por lo pronto, y lo más evidente, es que los plazos se le echan encima al Consistorio. Una sentencia judicial obliga a sacar la licitación adelante antes de mediados de marzo, después de más de doce años con el servicio caducado. Eso apremia a los técnicos a trabajar contra el reloj para tener listo el pliego antes de esa fecha. "Esperamos que el juez tenga en cuenta el recurso presentado", ha indicado Guarido aludiendo a una más que probable prórroga.

La segunda consecuencia y la más importante para el ciudadano, en tanto en cuanto toca a su bolsillo, es la del previsible incremento de las tarifas de la ORA. El concejal de Seguridad Ciudadana, Antidio Fagúndez, así lo ha advertido. "Esa subida progresiva que teníamos en mente queda en entredicho. Intentaremos mantener las tarifas, pero ya nos están presionando los técnicos municipales para subirlas. Probablemente, tengamos que hacerlo", ha indicado.

La dificultad para mantener todos los puestos de trabajo es la tercera de las consecuencias. "Nuestro compromiso siempre ha sido mantener la plantilla y subrogar a los trabajadores. Seguimos en ese empeño, pero el Partido Popular nos lo ha puesto muy difícil, porque al separar servicios no se podrá hacer esa fluctuación de trabajadores entre ellos", ha explicado Guarido.

Por último, habrá de retocarse el Presupuesto para el año 2017, que ya había consignado el canon a pagar por la empresa adjudicataria. Habrá de retirarse junto a "alguna inversión para poder dar financiación al contrato".