Vino a presentar su último libro al CLUB LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, "Lo último que verán tus ojos", pero la actualidad manda y la entrevista con la periodista y escritora Isabel San Sebastián, una de las analistas de referencia de las tertulias españolas no podía sustraerse de la composición del nuevo Gobierno de Rajoy.

-¿Qué opina del nuevo Gobierno?

-A la espera de saber dónde queda el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), si va a Defensa o sigue en la vicepresidencia del Gobierno, parece que la vicepresidenta Soraya Sáez de Santamaría sale reforzada, porque sus más cercanos se consolidan, como Montoro, Fátima Báñez. Es verdad que Dolores de Cospedal entra en el Gobierno y mantiene, hasta lo que sabemos, la secretaría general del partido y le da mucho poder, o sea que vamos a ver una pugna entre las dos importante. Me gusta mucho que por una vez haya un ministro de Asuntos Exteriores que sea diplomático de carrera, en vez de ser los políticos los que se lleven las mejores embajadas en premio por su servicios. Me gusta el exalcalde de Santander, que entra en Fomento, es joven, dialogante, da el perfil que se quería dar a este nuevo Gobierno. En industria, que ahora cambia de nombre entra uno de los hermanos Nadal que es de la máxima confianza de Rajoy. En lo fundamental no cambia gran cosa. Sigue Montoro, Soraya, De Guindos...

-¿Y la marcha de Fernández Díaz o Morenés?

-Morenés ya había expresado su voluntad de marcharse. A Margallo y Fernández Díaz yo creo que no les ha hecho ninguna gracia, pero estaban muy quemados los dos, especialmente este último. Zoido va a Interior; ignoro lo que sabe de este área un exalcalde de Sevilla, pero evidentemente es un hombre de partido. Un elemento importante es que Méndez de Vigo conserva la cartera de Educación y Cultura y además ejerce de portavoz y es un guiñó evidente hacia la conciliación, porque es un tipo muy dialogante, muy centrado, con mucha capacidad para entenderse con todo el mundo. Fue el que brindó al PSOE la retirada de la reválida para engrasar la abstención. La designación de Méndez de Vigo es un gesto y parece que confirma que Soraya Sáez de Santamaría se va a dedicar sobre todo a lidiar con el desafío catalán, al que se añadirá el vasco, aunque ahora mismo estén en retaguardia.

-Es usted tertuliana desde antes de que se pusieran de moda las tertulias. ¿Cómo ha evolucionado?

-Ha evolucionado para mal el concepto tertulia. Cuando yo empecé en esto había grandes comunicadores, como Luis del Olmo, Iñaki Gabilondo o Teresa Campos que en uso de su libertad y su criterio elegían a profesionales de distintos medios que se representaban a sí mismos, con opiniones plurales. Hoy en día se ha derivado hacia las cuotas de partido. Las cadenas de televisión y algunas de radio llaman a los gabinetes de prensa de los partidos y les dicen "¿A quién queréis que ponga en vuestra representación?". Y hay periodistas que reciben argumentarios de partidos y los repiten como loros por tierra, mar y aire. Los que están dispuestos a repetir salen más que otros que no lo estamos. La independencia hoy en día está más cara que nunca. Y la disposición de muchos periodistas a convertirse en mercenarios al servicio de un partido político es mayor que nunca.

-Sin embargo ahora los analistas serías más necesarios que nunca por la nueva realidad política.

-Hacen falta buenos analistas independientes que tengan información, que tengan criterio, experiencia y perspectiva. Alguno hay, pero en general hay demasiado sectarismo, servilismo de determinados partidos políticos porque a su vez estos partidos tienen la facultad de ponerte o quitarte de esas tertulias y la gente tiene la mala costumbre de comer. Aún así sigue habiendo ventanas de libertad. Las redes sociales tienen un papel básico, de Twuiter no echa nadie.

-¿Había alternativa a la abstención del PSOE?

-Había una alternativa aterradora desde mi punto de vista, que estuvo a punto de hacerse realidad: un Gobierno de PSOE, Podemos y separatistas. Estaba prácticamente hecho y de ahí el enfado del señor Rufián (señor lo digo por decir algo) en el Congreso o el propio Pablo Iglesias. Era un Gobierno apalabrado y prácticamente rematado que fue cortado de raíz por el Partido Socialista, donde hay un alma sensata, patriótica, española, constitucionalista, que no veía con buenos ojos un Gobierno.

-¿De ahí el tajazo a Sánchez?

-Sí. Porque el Comité Federal le había dado un mandato de no pactar con separatistas y era la única opción de sacar adelante un Gobierno, porque con Podemos no sumaban lo suficiente. Es lamentable que Pedro Sánchez haya llevado a su partido a esta situación. Yo confío en que esta gestora encabezada por un tipo extraordinariamente sensato y buen político, como es Fernández, reconduzca la situación, el PSOE se recomponga y sea un partido de centro izquierda, pero constitucional, español y vertebrador de la unidad española. Y espero que el PP sea consciente de que gobernar con 137 diputados no es lo mismo que con 186, que hay que negociar, dialogar, ceder, y hay que tener la casa como una patena, no te puedes permitir ni el más mínimo resbalón. Y espero que Ciudadanos sea capaz de demostrar la utilidad que puede tener en España un partido bisagra nacional y no nacionalista.

-¿Es la muleta del PP?

-Antes de pactar con el PP lo hizo con el PSOE. No es la muleta de nadie, sino un partido bisagra y que no tiene corrupción. No sé si cuando tenga la ocasión de corromperse lo hará. Nació con intención de ejercer de bisagra y de exigir limpieza en la vida pública, igualdad entre todos los españoles, porque hoy en día esto se está convirtiendo en las taifas medievales.

-¿Podemos lo ve como un partido de Gobierno?

-Espero que no. No se puede estar en misa y repicando. O estas en las instituciones o estas montando bronca en la calle, en los dos sitios no puede ser. Y luego cada vez que rascas un poco les sale el pelo de la dehesa. Mire lo de Espinar, que pedía buylling para mi y para Herman Tertsch cuando estábamos en Telemadrid, y resulta que con 23 añitos estaba dándose a la especulación inmobiliaria, de tapadillo.

-Usted viene a Zamora a hablar de su libro, "Lo último que verán tus ojos"

-Es un homenaje a los diplomáticos españoles que salvaron a millares de judíos durante la Segunda Guerra Mundial y también de la cara oscura de la participación española, que fue el asilo y protección que brindó el régimen de Franco a muchos dirigentes nazis después de la guerra. Pero es mucho más que eso. Este libro es un thriller, un viaje que empieza tras las huellas de un cuadro robado expoliado por los nazis y que termina siendo también un viaje interior en busca de las raíces y del secreto terrible que guarda una familia húngara, víctima del holocausto. Es una novela histórica, de aventuras y una historia de amor.