Los zamoranos son los ciudadanos de la región con peor estado de salud, ya que solo el 61,59% están considerados oficialmente sanos, la provincia con el registro más bajo, cinco puntos menos que la media regional, mientras que encabeza el ranking entre los que tienen distintas patologías: con enfermedad inicial estable, pacientes crónicos y pluripatológicos y pacientes complejos.

Estos datos se conocen gracias a la estrategia de atención al paciente crónico que ha puesto en marcha Sacyl. En Castilla y León el sistema de agrupación poblacional denominado CRGs o Clinical Risk Groups (siglas en inglés de grupos de riesgo clínico) clasifica a las personas en categorías clínicas mutuamente excluyentes, a partir de la información clínica de todos los contactos en cualquier ámbito asistencial que haya tenido el paciente durante un período de tiempo determinado.

Para los datos del año 2015 se han utilizado más de 95 millones de registros de las historias clínicas de Atención Primaria y Especializada (Medora-Hospitalización- CMBD), teniendo en cuenta tres aspectos básicos: tipo de enfermedad (aguda o crónica), presencia de comorbilidades (otras patologías) y nivel de gravedad.

Según los CRG o grupos de riesgo clínico los ciudadanos de Castilla y León se clasifican, por áreas de salud, nueve estados de salud: sanos, con enfermedad aguda significativa, enfermedad crónica menor única, lo mismo que el anterior pero varias en diferentes órganos, una, dos o tres enfermedades crónicas dominantes, cáncer con metástasis y enfermedades catastróficas. Ya en esta clasificación se observa que el porcentaje de pacientes sanos es en Zamora el más bajo de la región, sin duda causa directa del envejecimiento poblacional.

Sin embargo, teniendo en cuenta la estrategia de atención al paciente crónico y partiendo de esta clasificación agrupada por CRG en Castilla y León se han establecido cuatro grupos, lo que, a juicio de Sacyl "permite una planificación más adecuada de las intervenciones específicas para cada grupo de pacientes adecuándolas a sus necesidades y nivel de riesgo y de esta manera ayuda a los profesionales sanitarios a intervenir de manera proactiva a sus potenciales pacientes".

Estos cuatro grupos están nombrados del G0 al G4, dependiendo de los distintos niveles de gravedad. En el G0 se han incluido a los pacientes sanos, que no acuden a las consultas o lo hacen por procesos agudos no significativos. Para este grupo son adecuadas labores de promoción y prevención primaria con control de los factores de riesgo. En el grupo G1 se incluye a los pacientes con una enfermedad en estadío inicial y estable. Este grupo lo que necesita es control de la Atención Primaria e información para que se responsabilicen de su problema de salud.

El G2 corresponde a pacientes crónicos, pluripatológicos o con enfermedad avanzada y estables. Lo adecuado en este caso es el seguimiento por Atención Primaria con apoyos puntuales de los especialistas e incluye la responsabilidad del propio paciente y la familia en el control del problema de salud.

Finalmente el G3 comprende a los pacientes crónicos o pluripatológicos complejos que requieren la intervención tanto de Atención Primaria como Especializada y los recursos sociales.