Las obras de la alta velocidad ferroviaria avanzan a paso lento en la provincia de Zamora, y la reciente licitación del cambiador de ancho de Pedralba de la Pradería, el elemento imprescindible para que los trenes puedan utilizar la vía de alta velocidad entre la capital y Puebla de Sanabria, hacen pensar que no se cumplirán los plazos. El tramo entre Zamora y Pedralba, de 113 kilómetros de longitud, estaba previsto abrirlo a finales de este año, 2016, pero las obras no van todo lo bien que debieran. De hecho, la plataforma aún no está del todo terminada, quedan algunos túneles y viaductos por finalizar y tampoco se ha empezado con el extendido del balasto y el montaje de vías ni con la electrificación, aunque están colocados algunos postes, además de los elementos de seguridad que forman parte del tramo completo desde Medina. Con los plazos que se barajan para el cambiador de ancho de Pedralba, aunque incluso se puedan agilizar, parece difícil que esta infraestructura pueda entrar en servicio antes de un año. Y a efectos del paso de trenes, la entrada en servicio del cambiador de ancho es lo que marcará el fin de la obra de infraestructura entre Zamora y Sanabria, que permitirá acortar en otra media hora el viaje entre Galicia y Madrid. Todo esto, unido a los problemas del tramo de entrada en Orense capital, hacen que se considere prácticamente imposible que el AVE llegue en 2018 a Galicia, que era la fecha prevista.