Armonía, intensidad, vegetación y elegancia a partes iguales. Así es la colección de pañuelos de seda "Art Nouveau" de Ana Zaragozá inspirada en la Casa Lis y que ayer mismo presentó la diseñadora zamorana en el museo salmantino.

Su pincel traza obras de arte en pañuelos y chales de seda donde la naturaleza es la protagonista indiscutible. Tal vez sus aventuras infantiles por ríos y bosques sirvieron para crear un mundo interior propio que deriva en cada una de sus piezas artesanales.

Zaragozá traslada esta conexión con la naturaleza en cada pañuelo para ofrecer a quienes lo portan objetos de lujo con estampados y colores que germinan de materias primas escogidas. Tras pasar por su mano, se tornan en obras de arte que convierten cada pañuelo de seda en algo más que un complemento.

Hablar de su firma es "hablar de una búsqueda incansable de la belleza natural, la contemplación y asombro ante la naturaleza", apuntan desde el museo salmantino. Así, cada pañuelo "es vegetación acogedora, viento cálido, agua espejeada, silencio interior, paseo lírico y comprensión intuitiva plasmada en un tejido único, fruto de una de las más hermosas transformaciones de un ser vivo sobre la tierra: la crisálida en mariposa y la seda, en obra de arte", recoge la carta de presentación de la colección de Ana Zaragozá en la Casa Lis. Y como obra de arte, cada pieza de esta colección exclusiva creada por la diseñadora zamorana para el Museo Art Nouveau y Art Deco "atrapa la magia de sus vidrieras modernistas y multicolores, la textura de sus teselas, los motivos florales y paisajísticos de los vidrios de Emile Gallé y la Escuela de Nancy que se conservan y exhiben en la Casa Lis". Entre los motivos de sus pañuelos se plasma el vuelo de la libélula, símbolo del museo y de uno de los periodos a los que corresponden gran parte de sus obras: el Art Nouveou. La colección de pañuelos, elaborados en Italia, están formados por algo más que seda: "Están hechos con la materia de los sueños".