"El mayor problema es a posteriori. Para una persona mayor con algún tipo de demencia sí existen recursos. Pero una persona afectada por una accidente cerebro vascular no tiene donde acudir a nivel de centros específicos donde se pueda llevar a cabo una rehabilitación completa. Hay pocos, son caros y hay pocas plazas concertadas". María José Viñas es la presidenta de Dacerad Zamora, la Asociación de Daño Cerebral Adquirido que ayer conmemoró el día de los afectados por este tipo de secuelas con la lectura de un manifiesto y la suelta de globos en la Plaza Mayor. Fundada en 2011, la asociación ha tenido una actividad intermitente, aunque desde su sede en Intras de la carretera de La Hiniesta número 137 sigue luchando por la atención a las familias que sufren este problema. Sensibilizar a la sociedad y las administraciones públicas es otro de los objetivos ya que el colectivo de afectados por daño cerebral adquirido es muy amplio, pero son poco visibles. Personas que han sufrido ictus, derrames cerebrales, tumores o infecciones son algunas de las que padecen daño cerebral adquirido y que comparten secuelas, bien por déficits cognitivos, de atención, memoria o razonamiento, por daños físicos, como la parálisis de parte del cuerpo o por efectos psicológicos, como el cambio de personalidad. Todos ellos necesitan apoyo para su rehabilitación y mejora de la calidad de vida.