La división se traslada ahora al grupo de los 85 diputados socialistas que deben votar la investidura de Mariano Rajoy, para los que la secretaria de Organización del PSOE en la comunidad autónoma, Ana Sánchez pide libertad de voto para evitar «la fractura total, que será responsabilidad suya», porque «muchos no acatarán» el acuerdo del comité federal. Sánchez insta a la comisión gestora del PSOE a «hacer un ejercicio de generosidad».

Al secretario provincial de Zamora, Antonio Plaza, no le cabe la menor duda de que la autoridad está del lado del comité, «no somos como Donald Trump, que acepta según le convenga» los acuerdos. «El grupo deberá votar lo que le diga el partido». Y recuerda que «los estatutos están para cumplirlos y hacerlos cumplir», partidario del «no» a la libertad de conciencia. Respecto de las firmas para exigir el congreso extraordinario, Sánchez destaca que detrás de cada una hay una persona y sentimientos. Parafrasea a Felipe González cuando dijo que «el liderazgo es hacerse cargo del estado emocional de la gente» para afirmar que «tras cada firma hay un estado emocional» y que los militantes no se sienten representados por ningún líder de los del comité.